MIRIAM TEY DEFIENDE QUE "TODAS PUTAS" ES UNA DENUNCIA DE LA VIOLACION, EN CLAVE DE HUMOR NEGRO
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La directora del Instituto de la Mujer, Miriam Tey, defendió hoy que el libro "Todas putas", de Hernán Migoya, editado por El Cobre, editorial de que la ella es accionista, fundadora y ex directora, es una "denuncia a la violación, a la violencia, fundamentalmente a la que se ejerce contra las mujeres, y una denuncia también a las justificaciones del machismo, desde una mirada aguda y transgresora".
En su comparecencia en el Senado ante la Comisión Mixta de los Derechos de laMujer, más de cuatro meses después de que estallara la polémica por la publicación del libro, Tey definió a "Todas putas" como "una obra de ficción, dentro de los parámetros del género del cómic", que "contiene una carga de denuncia implícita muy dura que, de forma esperpéntica y haciendo uso de una caricatura monstruosa, sólo podía llevar al humor negro o a la indignación moral".
Tey siguió explicando que la obra de Migoya "propone además una crítica contundente a las construcciones culturales, ideolgicas y estereotipadas que fomentan la violencia, incluso psicológica, hacia las mujeres".
Tras destacar que en su trayectoria al frente de la Editorial El Cobre primó la publicación de libros en defensa de los derechos de las mujeres, lamentó que "algunas personas se hayan podido sentir heridas" por lo que se dice en "Todas putas".
Pero resaltó lo "herida" que ella misma se sintió cuando saltó la polémica, ya que se le llegó a acusar de "justificar" e incluso "hacer apología" de la violación y d la violencia contra las mujeres.
Tey, que recordó que lo que se dice en una obra de ficción "no se suscribe" por el autor, y mucho menos por el editor, argumentó que prefirió no dar explicaciones públicas sobre la polémica cuando ésta saltó hace casi cinco meses y "esperar a que los ánimos se calmaran".
La directora del Instituto de la Mujer reconoció que ella misma solicitó a sus socios en la editorial que se detuviera la distribución del libro, para que nadie se pudiera beneficiar de la polémia, y que esta comercialización "siguió su marcha cuando todo se aclaró".
Tey denunció que la obra de Migoya ha sido objeto de una "descontextualización" de la que "ninguna obra de ficción se libraría" y por la que la libertad de expresión se vería muy afectada.
Asimismo, defendió su idoneidad para continuar en el cargo de directora del Instituto de la Mujer y pidió que se la valore por su labor en ese puesto y no por hechos del pasado.
(SERVIMEDIA)
29 Sep 2003
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