Bebidas energéticas

La mitad de los adolescentes consume bebidas energéticas “de forma habitual”

- Son un “combo” de cafeína, guaraná, azúcar, ginseng, taurina y vitaminas, según un análisis sobre sus principales ingredientes realizado por ‘Consumer’

MADRID
SERVIMEDIA

En torno al 50% de los adolescentes consume bebidas energéticas “de forma habitual” y, “en ocasiones”, las toma “en combinación” con bebidas alcohólicas. Esto “multiplica los riesgos”, dado que el efecto estimulante de la cafeína puede “enmascarar” el efecto depresor del alcohol, con lo que es “más fácil llegar a consumir dosis peligrosas” de este último.

Así lo advirtió este jueves la revista ‘Consumer’ en un comunicado en el que detalló las principales conclusiones del análisis que ha realizado de los principales ingredientes de estas bebidas y subrayó que su precio “asequible”, su “ubicuidad” y “sus intensas campañas publicitarias” en espacios para jóvenes “explican su elevado consumo entre este grupo de población”.

“A pesar del tiempo que llevan en el mercado, no están reguladas expresamente en la legislación, sino que se incluyen dentro del grupo de las bebidas refrescantes”, explicó, para, a continuación, advertir de que “eso significa que sus características no están definidas de forma específica”.

A este respecto, indicó que “no se pueden considerar “energizantes” en el sentido de aportar vitalidad o mejorar el rendimiento físico o intelectual”, al entender que, “en realidad, se trata de bebidas estimulantes, una característica que se debe sobre todo a su contenido en cafeína”.

Estas bebidas energizantes están compuestas “básicamente” por agua carbonatada a la que se añaden diferentes ingredientes, el “más destacable” de los cuales es la cafeína, que, “generalmente”, se encuentra en una proporción de 32 miligramos por cada 100 mililitros.

TRES VECES MÁS CAFEÍNA QUE UN CAFÉ

“Aunque puede parecer que no es una cantidad muy alta, si lo comparamos con un café las bebidas energéticas se comercializan, por lo general, en latas de 500 mililitros. Esto significa que cuando tomamos un café ingerimos 60 miligramos de cafeína, mientras que una sola lata nos aporta unos 160 miligramos, casi tres veces más”, abundó.

Para “contrarrestar” el sabor amargo de la cafeína se emplean diferentes ingredientes que añaden sabor dulce, principalmente azúcar, edulcorantes o ambos en cantidades “desmesuradas”.

En algunos productos se añade una mezcla de sucralosa y acesulfamo potásico, que, según la publicación, “son seguros y presentan algunas ventajas frente al azúcar”, ya que son acalóricos y no provocan caries, si bien “podrían afectar negativamente a la microbiota intestinal y alterar nuestra percepción del sabor dulce”.

Asimismo, en algunos productos se utilizan, además, otros ingredientes como el guaraná, lo que “podría hacer que la cantidad total de cafeína fuera más alta de lo que se declara”, y el ginseng, que tiene efectos estimulantes y aumentan la sensación de bienestar.

OTROS INGREDIENTES

Por otra parte, se utiliza la taurina, sobre la que la revista puntualizó que “no hay evidencias suficientes para afirmar que aporte beneficios sobre el rendimiento o la salud”. “Además, en circunstancias normales, no necesitamos una suplementación, porque se trata de un aminoácido que es sintetizado por nuestro organismo y que, además, obtenemos a partir de alimentos habituales en la dieta, sobre todo de origen animal”, sentenció.

Algunas bebidas incluyen además entre sus ingredientes L-Carnitina y aminoácidos de cadena ramificada (BCAA), que se utilizan porque “se les suelen atribuir beneficios para la salud”, como el desarrollo de masa muscular, la mejora del rendimiento físico o la recuperación después del ejercicio, pero la L-Carnitina puede “interferir” con el metabolismo tiroideo.

En cuanto a las vitaminas, se emplean en algunas de estas bebidas como ingredientes, sobre todo las del grupo B, incluyendo las B3, B5, B6 y B12, y lo hacen “en cantidades desorbitadas”. Cuando la cantidad es “excesivamente alta” puede “afectar” al organismo, “especialmente” en el caso de personas con “alteraciones” del riñón, de modo que “podrían sufrir diferentes efectos adversos”.

A su vez, la revista puntualizó que estas bebidas “apenas contienen macronutrientes” y subrayó que lo “único destacable” es el azúcar, en aquellos que lo llevan como ingrediente, y las calorías, dado que el aporte calórico por lata se encuentra entre las 142 y las 310 kilocalorías.

NO MENOSPRECIAR EL APORTE DE SAL

En paralelo, urgió a “no menospreciar” el aporte de sal, porque, aunque la cantidad por 100 mililitros es “escasa”, de 0,13 gramos, en una lata de 500 mililitros “puede representar una cifra significativa y es una cantidad notable”, teniendo en cuenta que se recomienda no superar los 5 gramos de sal diarios.

En este contexto, la revista ‘Consumer’ recomendó “tener en cuenta” que, a la hora de consumir estas bebidas, el producto elegido “no alcance los 200 miligramos de cafeína por lata; que no supere los 1.400 miligramos de taurina”, además de “no superar la ingesta diaria recomendada de vitaminas B3 y B6 por lata”, así como escoger “el que tenga menos cantidad de azúcar o bien optar por bebidas sin azúcares añadidos”.

Por último, recordó que los “efectos adversos” del consumo de estas bebidas “pueden ir desde alteraciones del sueño, nerviosismo, irritabilidad, cefalea, hasta arritmia o taquicardia”.

(SERVIMEDIA)
22 Feb 2024
MJR/mjg