Según señaló Oliver Wyman este jueves en una nota de prensa, esta cifra de jóvenes que dicen recibir tratamiento por ansiedad, depresión, trastorno de estrés postraumático, trastorno obsesivo-compulsivo u otros problemas de salud mental es casi el doble que la de otras generaciones.

Además, el estudio también reveló que los ‘Z’ son 1,9 veces más propensos que otras generaciones a tener problemas de salud mental. Un 39% de los encuestados declaró haber sufrido depresión en los últimos dos años y un 42%, ansiedad.

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“Una de las razones de estas elevadas cifras podría ser la presión que se imponen a sí mismos. Como generación que se caracteriza por valorar y defender el activismo y la inclusión, también tiene mayores y más altas expectativas en múltiples aspectos de la vida, por lo que les resulta sencillo decepcionarse”, argumentó la consultora.

Sin embargo, la generación ‘Z’ también está más dispuesta que otras generaciones a hablar abiertamente de salud mental y otros temas personales. Por ejemplo, según el estudio, estos jóvenes son un 63% más propenos que los de otras generaciones a hablar abiertamente de los ciclos menstruales en el lugar de trabajo. También un 41% de ellos, en el mismo entorno, son más propensos que otras generaciones a hablar abiertamente sobre la adicción y los retos asociados a ella.

Por otra parte, la generación ‘Z’ se caracteriza por tener un perfil de paciente “digital, remoto e informado”. En este sentido, el estudio concluye que tiene el doble de probabilidades que otras generaciones de compartir información sanitaria personal a cambio de recibir asesoramiento sobre la mejor forma de navegar por el sistema. Asimismo, también está abierta a incorporar la tecnología en su apoyo a la salud mental y un 24% afirmó que utiliza servicios de terapia en línea o lo hizo en los últimos dos años.