Infancia

La mitad de los menores de edad que viven en países en conflicto ha interrumpido sus estudios por la violencia

Madrid
SERVIMEDIA

El 53% de los niños y de los hombres jóvenes y el 52% de las niñas y las mujeres jóvenes que viven en países en conflicto han tenido que abandonar sus estudios como consecuencia de la violencia, oscilando entre uno y dos años la media de la interrupción de su educación.

Así consta en el informe ‘Still We Dream: Niñas y jóvenes en situaciones de conflicto’, elaborada por Plan International en el marco del Día Internacional de la Niña, que se conmemorará este viernes. Este estudio se ha elaborado a partir de 9.995 encuestas a chavales con edades comprendidas entre 15 y 24 años residentes en diez países donde la organización trabaja: Camerún, Colombia, Etiopía, Líbano, Mozambique, Nigeria, Filipinas, Sudán, Ucrania y un décimo que “no puede ser nombrado por razones políticas y operativas” y tras 104 entrevistas en profundidad.

El texto pone de manifiesto que el 53% de los niños y de los hombres jóvenes y el 52% de las niñas y las mujeres jóvenes que viven en países en conflicto han tenido que abandonar sus estudios como consecuencia de la violencia, oscilando entre uno y dos años la media de la interrupción de su educación.

Las niñas y las jóvenes dejan de estudiar en mayor medida por el cierre o la destrucción de las escuelas, la violencia y el matrimonio infantil; mientras que los niños y hombres jóvenes aducen la búsqueda de empleo y la manutención de la familia.

El informe pone de manifiesto que hay diferencias significativas por género en el acceso a los recursos, la sensación de inseguridad y el impacto psicosocial de los conflictos, que son más acusados en las niñas.

Los hombres jóvenes suelen ser quienes tienen más riesgo de ser reclutados para participar en los combates; mientras que las niñas y las mujeres afrontan la lucha diaria contra el trauma y las secuelas de la violencia sexual.

Ante esta situación, la directora general de Plan International, Concha López, indicó que el estudio muestra que “todos los niños, niñas y jóvenes sufren en los conflictos, pero las niñas y mujeres jóvenes tienen menos acceso a recursos básicos, viven con mayor miedo y más expuestas a la violencia sexual, y expresan más estrés emocional”.

Por ello, “reconocer cómo el conflicto impacta de forma diferente según el género es clave para ofrecer una respuesta adecuada y promover la igualdad y la participación en los procesos de paz”.

VIOLENCIA SEXUAL

Por su parte, Plan International reseña que un 27% de las niñas viven con miedo constante a la violencia sexual, una lacra que “se utiliza sistemáticamente como arma de guerra, con consecuencias devastadoras y de por vida para las niñas y las mujeres jóvenes”, frente al 17% de los niños.

El 22% de los niños y hombres jóvenes han sido requeridos para unirse a grupos armados (el 31% lo hace voluntariamente), frente al 14% de las niñas.

Por otro lado, el 44% de los chavales asegura tener acceso nulo o limitado a alimentos, el 59% se enfrenta a dificultades análogas en lo concerniente a la electricidad, el 41% carece de un suministro adecuado al agua y el 46% no recibe ayuda para acceder a estos recursos básicos.

A su vez, el 38% de los menores temen por su vida, el 46% de ellos debido al riesgo de tiroteos y el 30% por los ataques aéreos. Sin embargo, el 39% de las niñas se sienten “muy inseguras” o “inseguras” por la constante amenaza de la violencia, frente al 36% de los niños.

No obstante, el 39% de las niñas se sienten “muy inseguras” o “inseguras” por la constante amenaza de violencia, en comparación con el 36% de los niños.

El 58% de las encuestadas muestran niveles preocupantes de estrés y ansiedad, incluyendo trastornos del sueño y preocupación constante, y acceso limitado a los servicios de salud mental y de salud sexual y reproductiva, frente al 49% de los niños y hombres jóvenes.

A pesar de ello, un 65% de los chavales abogan por los diálogos de paz, con un 45% de las mujeres jóvenes que apoya la participación, y un 39% destaca la importancia de que las niñas y las mujeres jóvenes jueguen un papel activo en estos procesos.

RECOMENDACIONES

Por todo ello, Plan International recomendó “implementar un alto el fuego inmediato e iniciar diálogos de paz que garanticen la inclusión de las voces y necesidades específicas de las niñas y la juventud”; “detener condenar todas las violaciones graves contra niñas y niños, incluyendo el reclutamiento, asesinatos, violencia sexual, ataques a escuelas y hospitales, secuestros y la negación de la ayuda humanitaria”; y “apoyar una educación segura e inclusiva para la infancia y la juventud, que contemple la educación para la paz, financie la Declaración de Escuelas Seguras y promueva enfoques de aprendizaje alternativos”.

También sugirió “orientar la ayuda humanitaria, asegurando el acceso igualitario a alimentos, agua y refugio, y priorizando servicios para sobrevivientes de violencia, especialmente niñas y mujeres jóvenes” e “impulsar las economías locales y ofrecer oportunidades de empleo para que niñas, niños, adolescentes y jóvenes tengan opciones adaptadas, reconociendo sus diferentes necesidades”.

(SERVIMEDIA)
08 Oct 2024
MST/clc