Según este estudio, el peso máximo que un estudiante debe llevar en su mochila es un 10% del peso de su cuerpo. A partir de ahí, el exceso de peso provoa un desplazamiento del centro de gravedad del cuerpo hacia atrás, que se compensa con la inclinación del cuerpo hacia adelante.

Los niños que más riesgo corren de padecer algún tipo de problema derivado del exceso de peso son los que tienen entre 11 y 14 años, ya que el material escolar que utilizan es ya considerablemente pesado, pero aún no tienen el esqueleto completamente formado.

El estudio refleja que el 67% de los alumnos observados llevan en su mochila más peso del que deberían, un porcetaje similar al de otros países europeos, como Italia y Suiza.

LA MAS ADECUADA

Teniendo en cuenta estos datos, el estudio recomienda a los padres no comprar a sus hijos mochilas excesivamente grandes, ya que la tendencia es llenarlas. Asimismo, alerta de que el peso de la mochila vacía debe ser el menor posible, y las correas de sujeción a la espalda deben ser ajustables, para que la mochila quede perfectamente acoplada a la parte superior de la espalda.

Tanto el respaldo de la mochila como lostirantes deben ser acolchados, y conviene que incorpore un cinturón, para evitar que el peso oscile, algo de lo que, según el estudio, carecen todas las mochilas analizadas.

Otros aspectos, como la seguridad y comodidad de los cierres, la resistencia de los colores, la protección ante la lluvia, las bandas reflectantes en tirantes, frontal y laterales, hay que tenerlos también en cuenta. Por último, el estudio alerta sobre las diferencias de precio entre los distintos establecimientos, que puede llega a más de 1.600 pesetas en un mismo modelo.