Según puntualizó, en la presentación oficial de la pasarela, hoy en Madrid, que estas pruebas "únicamente van a constatar que las medidas que han facilitado, voluntariamente, todas las modelos, esto es, peso y altura, se corresponden con sus medidas actuales y se adecúan a la realidad", siempre teniendo en cuenta que puede haber pequeños cambios, incluso debidos a causas hormonales, que hagan oscilar ligeramente estas medidas, "dos kilos arriba o abajo".

Se trata de la primera vez que una pasarela de moda efectúa este tipo de controles a sus modelos, para velar por su estado se salud e impedir que alcancen una masa corporal inferior a 18.

Una vez que se hayan confirmado las medidas de las modelos, se ultimarán los trajes, adaptándolos al cuerpo de la modelo que lo lucirá. Por ello, Guerra desestimó la posibilidad de que, pasados los controles, las chicas hagan un régimen severo para perder algo de peso. "El vestido se habrá adaptado a las medidas de las pruebas de mañana" y pasado mañana, añadió.

Según Guerra, cerca de 45 modelos pasarán estos controles, que comenzarán a hacerse mañana a las diez de la mañana. Tras las pruebas, a las once de la mañana, los diseñadores escogerán, entre ellas, quién se pondrá cada modelo.