Según señaló Montilla en rueda de prensa, Morales se mostró "prudente" porque aún no ha tomado posesión del cargo ni ha formado un Gabinete, pero ambos expresaron su deseo de que las relaciones entre Bolivia y España sean "estrechas, amistosas, que se pueden mejorar, incrementar en todos los ámbitos, especialmente en el ámbito económico y comercial".

Bolivia es un país donde tienen firmados importantes contratos multinacionales extranjeras, entre ellas la hispano-argentina Repsol YPF, pero Morales ha llegado a la presidencia bajo la bandera del control del Estado boliviano de los dos grandes recursos energéticos del país, petróleo y gas.

Ante los anuncios de una posible nacionalización de estas industrias, Montilla señaló que "las empresas españolas que hay en Bolivia tienen voluntad de permanencia y de compromiso con ese país, sin ningún género de dudas, pero para invertir necesitan un marco estable y confianza".