"El Gobierno no puede aceptar resignadamente la desaceleración económica", aseguró. Montoro afirmó que el potencial de crecimiento español es muy alto, y que el objetivo es hacerlo realidad como medio para crear empleo estable y conseguir que la recuperación entre en los hogares de los españoles.

Cristóbal Montoro mostró su convencimiento de que España cumplirá el próxmo año los criterios de convergencia impuestos por el Tratado de Maastricht. Vaticinó incluso que los indicadores económicos internacionales refrenderán en las próximas semanas el acercamiento de nuestra economía a este objetivo.

El secretario de Estado insistió en que las empresas todavía cuentan con capacidad suficiente para seguir haciendo inversiones, y recordó que también disponen de financiación con tipos de interés que seguirán bajando para favorecer el crecimiento de la economía. Además aludióa la necesidad de fortalecer la confianza de las familias en la solidez de la situación económica como medio para incentivar el consumo y dinamizar la coyuntura.

Respecto a las medidas reactivadoras, que ya están prácticamente ultimadas, Montoro explicó que se basan, por una parte, en la reforma del sector público, con el objeto de evitar la duplicidad de servicios y simplificar la estructura administrativa.

Otro de los pilares importantes es la consolidación presupuestaria, basada en el principi de la contención. "Hemos tomado la decisión de gastar menos y de implicar a todo el Gobierno en este objetivo", aseveró.

Asimismo recalcó que el objetivo es reducir el déficit presupuestario hasta el 3%, y repitió que no aumentará la presión fiscal para no perjudicar la renta de los españoles y la creación de empleo.

Montoro adelantó que se adoptarán medidas liberalizadoras que afectarán a ámbitos como el suelo y el precio de la vivienda, para facilitar el acceso de los ciudadanos y dinamizar elsector de la construcción. Además se propiciará la concurrencia de la competencia en los sectores de las comunicaciones y servicios. Este principio también se aplicará al campo de la energía, con el fin de favorecer la contención de la inflación.

El secretario de Estado no quiso ser más preciso en referencia a estas medidas, aunque sí que subrayó que "no habrá medidas de corte keynesiano" como las que el Gobierno socialista aprobó en 1985 para alimentar el incremento de la demanda. Añadió que el princpal inconveniente con que cuenta el actual gabinete es restablecer la confianza de la política económica, después de los incumplimientos de los Gobiernos socialistas.

En cuanto a la variación de los precios prevista para los próximos meses, Montoro destacó la buena evolución que está manteniendo la inflación subyacente, que está por debajo del 4%. "Esperamos que se siga comportando bien y vayamos a una inflación mejor". Insistió en que es por este factor por el que Economía dispone de margen para segur bajando los tipos de interés.

Finalmente, el secretario de Estado aseguró que el principio del proceso privatizador de las empresas públicas que se va a emprender no es "hacer caja" y recordó el alto coste económico que está teniendo el mantenimiento del sector público.

Rechazó además el sentimiento de temor que se pueda producir entre los trabajadores de estas empresas, porque la reactivación económica provocará un gran crecimiento del empleo, acompañado de la reducción de la inflación y de un mayor actividad económica. "Nadie va a ganar más que los trabajadores de estos sectores", indicó.