Morán aseguró que en España hay una mayoría natural de centro-izquierda que prevalecerá en estas elecciones a pesar de l campaña de descalificaciones emprendida por el PP. A su juicio, el debate constructivo debe ser la tónica general porque "la descalificación, incluso con razón, no es la función de quién se presenta a una elección".

En cualquier caso, el candidato socialista descartó que una eventual derrota del PSOE llevara aparejada la dimisión del presidente del Gobierno como pide el lider del PP, José María Aznar.

El número uno del Partido Socialista se preguntó si los populares "sacarán estas mismas conclusones" si salen derrotados. "Me gustaría saber si el señor Aznar dimitirá si pierde las elecciones", comentó.

Según indicó Morán en el curso de un desayuno con periodistas los ciudadanos "no identifican al PSOE con la corrupción, sino que la identifican con algunas personas cercanas al Partido Socialista", por ello cree que los recientes escándalos no afectarán las expectativas de voto del PSOE aunque "no se puede excluir que haya un voto de castigo".

El PSOE tratará de centrar su campaña en el deate europeo pero "no eludiremos hablar de los problemas internos de España", dijo. En su opinión, la confrontación de proyectos entre socialistas y populares revelará que existen dos proyectos para Europa "uno sin alma y sin corazón y otro con alma. No significa que en la derecha sean unos desalmados, tienen buenas intenciones pero les falta el pálpito".

"Ellos", continuó, "fomentan el narcisismo cultural en Europa y colocar lo europeo por encima de los demás ha justificado en otras épocas posturas raistas. Si al gente vota a la derecha que sepa lo que vota".

Morán dijo compartir la postura favorable pero crítica de IU sobre el tratado de Maastricht y recordó que aunque el tratado de la Unión Europea debe ser mejorado en muchos aspectos es necesario defenderlo como el único camino posible para avanzar hacia la construcción de Europa.

El candidato del PSOE reiteró su valoración positiva sobre el ex portavoz del grupo parlamentario socialista, Carlos Solchaga, y el ex ministro de Interior, JoséLuis Corcuera. Según dijo, ninguno de los dos debió abandonar su escaño porque la condición de diputado se pierde cuando se "incurre en indignidad y ése no es el caso".

De ellos y del ex ministro de Economía, Miguel Boyer, espera que "sean recuperados para la política española". Puntualizó que Boyer, con quién no estaba de acuerdo en su política económica, es "una persona valiosa que debría tener participación pública".