Malaria

Las muertes por malaria se mantuvieron estables en 2021 pese a la covid-19

MADRID
SERVIMEDIA

La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó este jueves un nuevo informe que mostró que las muertes por malaria en todos los países del mundo se mantuvieron estables en 2021 pese a la pandemia de la covid-19.

Según el Informe mundial de la OMS sobre el paludismo, se estima que hubo 619.000 muertes por paludismo en todo el mundo en 2021 frente a las 625.000 en el primer año de la pandemia. En 2019, antes de que estallara la covid-19, el número de muertes era de 568.000.

Los casos de malaria continuaron aumentando entre 2020 y 2021, pero a un ritmo más lento que en el período 2019-2020. El recuento mundial de casos de malaria alcanzó los 247 millones en 2021, en comparación con 245 millones en 2020 y 232 millones en 2019.

En opinión del director general de la OMS, el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, “tras un marcado aumento de los casos y muertes por paludismo en el primer año de la pandemia de covid-19, los países afectados por el paludismo redoblaron sus esfuerzos y pudieron mitigar los peores efectos de las interrupciones en los servicios relacionados con la covid-19”.

FUTURO SIN MALARIA

Además, "nos enfrentamos a muchos desafíos, pero hay muchas razones para la esperanza. Al fortalecer la respuesta, comprender y mitigar los riesgos, crear resiliencia y acelerar la investigación, hay muchas razones para soñar con un futuro libre de malaria".

Las mosquiteras tratadas con insecticida son la principal herramienta para controlar los vectores o mosquitos que transmiten la enfermedad y que es utilizada en la mayoría de los países donde esta enfermedad es endémica. De hecho, en 2020, los países distribuyeron más mosquiteras tratadas con insecticidas que en cualquier otro año registrado.

En 2021, la distribución de estas mosquiteras fue sólida en general y en niveles similares a los años anteriores a la pandemia: 171 millones de mosquiteras planificadas para su distribución y 128 millones (75%) se distribuyeron.

Sin embargo, ocho países (Benin, Eritrea, Indonesia, Nigeria, Islas Salomón, Tailandia, Uganda y Vanuatu) distribuyeron menos del 60% de sus mosquiteras tratadas con insecticidas, y siete países (Botswana, Chad, Haití, India, Pakistán, República Centroafricana y Sierra Leona) no distribuyeron ninguna de ellas.

PREVENCIÓN EN NIÑOS

La quimioprevención estacional del paludismo (SMC) se recomienda para prevenir la enfermedad entre los niños que viven en zonas con transmisión del paludismo altamente estacional en África. En 2021, la expansión adicional de esta intervención alcanzó casi 45 millones de niños por ciclo de SMC en 15 países africanos, un aumento importante de 33,4 millones en 2020 y 22,1 millones en 2019.

Al mismo tiempo, la mayoría de los países lograron mantener las pruebas y el tratamiento de la malaria durante la pandemia. A pesar de los desafíos logísticos y de la cadena de suministro durante la pandemia, los países donde el paludismo es endémico distribuyeron un número récord de pruebas de diagnóstico rápido (PDR) a los centros de salud en 2020. En 2021, los países distribuyeron 223 millones de PDR, un nivel similar notificado antes de la pandemia.

Las terapias combinadas basadas en la ‘artemisinina’ (TCA) son el tratamiento más eficaz para el paludismo por ‘P. falciparum’. Los países donde la malaria es endémica entregaron cerca de 242 millones de TCA en todo el mundo en 2021 en comparación con 239 millones de TCA en 2019.

DESAFIOS

A pesar de los éxitos, la OMS advirtió de que los esfuerzos se enfrentan a muchos desafíos, sobre todo en la región de África, que asumió alrededor del 95% de los casos y el 96% de las muertes a nivel mundial en 2021.

Las interrupciones durante la pandemia y las crisis humanitarias convergentes, los desafíos del sistema de salud, la financiación limitada, el aumento de las amenazas biológicas y la disminución de la eficacia de las herramientas básicas para reducir las enfermedades amenazan la respuesta mundial al paludismo.

Del mismo modo, aumentan otros riesgos como las mutaciones del parásito que afectan la realización de pruebas de diagnóstico rápido; la creciente resistencia de los parásitos a los medicamentos utilizados para tratar la malaria; y la invasión en África de un mosquito adaptado a las zonas urbanas que es resistente a muchos de los insecticidas utilizados en la actualidad.

(SERVIMEDIA)
08 Dic 2022
ABG/clc