Según este estudio, realizado para determinar las carencias o necesidades formativas del colectivo femenino que desea reincorporarse al mercado de trabajo después de un periodo de inactividad laboral, la falta de puestos de trabajo, la escasa preparación y la necesidad de contactos personales son las causas principales de que no encuetren empleo.

Preguntadas acerca de si el hecho de ser mujer lo consideraban un "handicap" en este sentido, sólo 6 por ciento de las 2.000 encuestadas eligieron esta opción, con un número mayor entre las que tienen estudios universitarios.

La media de tiempo que llevan sin trabajo este grupo de la población denominado "mujeres reentrantes" es de 6-8 años, periodo que aumenta con la edad (las personas de 40 a 49 años llevan casi 11 años de media sin empleo).

En cuanto a los estudios, el abandoo más largo del mundo del trabajo se da entre las que tienen estudios primarios, mientras que las de estudios universitarios, ya sean de grado medio o superior, sólo tardan 3,3 años, como media, en volver a trabajar.

La mayoría de las encuestadas confiesan que tienen muy pocas esperanzas de encontrar trabajo (un 53 por ciento) o pocas esperanzas (27 por ciento). El sentimiento de desánimo crece entre las mayores de 40 años, así como entre las que viven en pareja y tienen estudios primarios.

TODAS LA SEMANAS

La mitad de las "reentrantes" buscan trabajo todas las semanas, mientras que otra cuarta parte sólo lo busca cuando aparece alguna expectativa de empleo.

Entre las que buscan todas las semanas, lo hacen más intensamente aquéllas que no tienen pareja, las mujeres que viven en ciudades o las que cuentan con mayores estudios. En cambio, la búsqueda disminuye a mayor edad o si tienen hijos.

El sistema que utilizan más comúnmente para buscar un trabajo son las oficinas del Instituto Nacinal de Empleo, seguido de los anuncios en la prensa.

La confianza en el Inem aumenta a medida que las mujeres tienen más edad, mientras que cuanto más jóvenes son, mayor es la confianza que depositan en los anuncios, sobre todo las solteras o sin pareja.

En cuanto al nivel de estudios, las oficinas de empleo son mayoritariamente preferidas por las mujeres con estudios primarios, al contrario que las de mayor nivel académico, que utilizan la prensa y las propias empresas.

Tres de cada cuatro ujeres se inscribieron en el Inem para buscar trabajo y de ellas el 15 por ciento optaron por realizar algún curso.

La mayoría de las mujeres que consiguieron trabajo tenían estudios de Formación Profesional, edad media y un nivel de ingresos familiares entre 100.000 y 200.000 pesetas.

Entre las que habían realizado cursos de formación en el último año, el 14 por ciento consideró que éstos le habían servido para encontrar empleo; porcentaje que llegó al 23 por ciento entre las que recibieron Formción Profesional, que efectuaron una media de 1,4 cursos cada una.

Según las encuestadas, las mujeres jóvenes, solteras y con estudios medios o superiores son las que reciben más ofertas de empleo. Estas corresponden al sector servicios, a profesiones de carácter administrativo y siempre en sectores muy feminizados.