MUJERES SEPARADAS Y DIVORCIADAS VALORA QUE EL CODIGO PENAL PENE EL SECUESTRO DE UN HIJO POR UNO DE SUS PROGENITORES
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La presidenta de la Federación Española deMujeres Separadas y Divorciadas, Ana María Pérez del Campo, afirmó hoy a Servimedia que "ya es hora de que el Código Penal recoja que el secuestro de un hijo por parte de uno de sus progenitores está penado con la cárcel".
Pérez del Campo valoró con satisfacción la medida aprobada ayer por la Comisión de Justicia e Interior del Congreso de los Diputados que supone que el secuestro de menores a manos de uno de sus progenitores se castigará en el Código Penal con penas de dos a cuatro años de prisión. La presidenta de la Federación Española de Mujeres Separadas y Divorciadas espera que "en la aplicación de esta normativa no haya problemas y complicaciones, ya que es un secuestro y no una desobediencia, ni un delito menor, sobre todo teniendo en cuenta el derecho de los hijos que son los más perjudicados".
Con la aprobación de esta medida culmina una campaña emprendida el 21 de junio de 1999. Ese día, un grupo de madres de niños secuestrados -agrupadas en la «Asociación Para la recuperación de Nios Sacados de su País»- se manifestó ante el Congreso de los Diputados con sillitas infantiles vacías.
Las madres y padres dirigieron un escrito al entonces presidente del Congreso, Federico Trillo, y fueron recibidos por la diputada del PP, Bernarda Barrios, que prometió acelerar los trámites para dar una solución al problema creado por la reforma del Código Penal de 1995, en la que se despenalizó este delito y quedó convertido únicamente en desacato -del progenitor que secuestra- al juez que decidiea sobre la custodia y régimen de visitas del niño.
Cuando esos pequeños son transportados al extranjero no se persigue a sus secuestradores ni se puede recurrir a Interpol, que no interviene -si no recibe orden de actuar de un juez- a no ser que el delito suponga una condena de al menos un año de prisión.
Las madres y padres víctimas de estos hechos se han encontrado desamparados por las autoridades. Esto ha supuesto largas y carísimas odiseas judiciales en países extranjeros. En algunas y contads ocasiones, los jueces españoles fueron sensibles y dictaron disposiciones que permitieron recuperar a algunos niños. Pero fue en una ínfima minoría. La mayor parte de las recuperaciones fue llevada a cabo por madres y padres sin ayuda de las autoridades españolas.
(SERVIMEDIA)
25 Oct 2002
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