El nuevo consenso incluye dos algoritmos diagnósticos, uno para implicar a la Atención Primaria en la detección de la Apnea Obstructiva del Sueño con estudios muy simplificados, y otro para los hospitales.

El objetivo era elaborar unas guías clínicas, basadas en un análisis de la literatura científica más reciente, para ayudar a los profesionales de la salud a tomar las mejores decisiones en el cuidado de los pacientes adultos con esta enfermedad. En el trabajo participaron expertos de 17 sociedades científicas y 56 especialistas, así como miembros de cuatro sociedades internacionales de México, Colombia, Argentina, Brasil, Francia y Portugal.

Uno de los aspectos más destacados es que este trastorno del sueño deja de llamarse síndrome y se denomina Apnea Obstructiva del Sueño o AOS. También modifica su definición para ser más concreta que las anteriores.

La AOS es una enfermedad que se caracteriza por una oclusión total o parcial de la vía aérea superior de los pacientes durante el sueño. Debido a ello, la respiración se detiene hasta que se produce una microexcitación que reactiva los músculos y reabre las vías respiratorias. La apnea se produce cuando los elementos que tienden a cerrar la vía aérea no pueden ser compensados por la capacidad de los músculos dilatadores de la faringe o de los centros respiratorios para mantenerla abierta.

Esta enfermedad afecta a alrededor del 10-15% de los adultos de edad media, más los varones que las mujeres. Además, el infradiagnóstico es muy alto, algunos estudios lo sitúan alrededor de un 70%.

Por otro lado, el documento pretende implicar a los médicos de Atención Primaria en el diagnóstico de la AOS, para que puedan realizar estudios del sueño de modo coordinado con los especialistas de las unidades de sueño.