Así lo puntualizó en un comunicado en el que añadió que, además, contiene “diversos componentes tóxicos” como los metales pesados, por lo que subrayó que, “aun no conteniendo tabaco, no está exento de riesgo.

“A día de hoy la comercialización de este producto no está regulada ni sometida a control sanitario en España”, explicó, para señalar que, “pese a encontrarse en una situación alegal, ha comenzado a proliferar su venta en comercios españoles, incluso en algunos estancos y se publicita a través de redes sociales e influencers de todo tipo”, según su presidenta, Raquel Fernández Megina.

A este respecto, denunció que el Gobierno “está permitiendo, al no prohibir taxativamente su comercialización, que un producto primo hermano del snus, prohibido en toda la UE excepto en Suecia, desembarque en el mercado español con otra denominación”.

Tras lamentar que, “de nuevo, se está dejando entrar por la puerta de atrás a un producto, al igual que ha sucedido con vapers y cigarrillos electrónicos, que está dirigido principalmente a los adolescentes”, la entidad criticó que las cuatro grandes tabaqueras, Philip Morris International, Japan Tobacco International, British American Tobacco e Imperial Brands han invertido “fuertemente” en productos como el snus blanco o bolsas de nicotina, refiriéndose a ellos como “productos de nueva generación”, con la “intención” de “sortear” las “crecientes restricciones” al uso del cigarrillo convencional, “aprovechar vacíos legales y asegurar la pervivencia de un ecosistema con múltiples productos adictivos”.

SITUCIÓN ALEGAL

Esta situación “alegal” ha “provocado, a su entender, que el snus blanco se comercialice a través de portales de vapeo, que cuentan con una “amplia oferta de sabores y concentraciones de nicotina”.

“Para adquirirlas, tan solo hay que hacer clic en un botón afirmando que se es mayor de 18 años. En estas webs de vapeo se afirma que es una forma sana de consumir nicotina, algunas ni siquiera cuentan con una advertencia para mayores de 18 años y el producto se ofrece por menos de cuatro euros como “alternativa” a los cigarrillos”, aseveró, para lamentar que las webs dedicadas a la venta de cachimbas “también ofrecen bolsas de nicotina a quienes entran en su página”.

Nofumadores defendió que la falta de regulación, o prohibición, “facilita que los menores puedan acceder a estas bolsitas adictivas”, que, según sus cálculos, “en ocasiones contienen más del doble de nicotina que una cajetilla de cigarrillos entera”.