Para obtener el Gobierno, tras los resultados de los comicios, el líder popular señaló que "habremos de perder el miedo al otro en la lucha política, el miedo a la verdad sobre nosotros mismos y el miedo la responsabilidad que s preciso asumir".

El parlamentario regional y senador del PP dio esta noche una conferencia en el Club Siglo XXI, en la que comenzó diciendo que "estamos tocando con los dedos el emblemático siglo XXI, y se nos queda viejo, ajado". A partir de ese momento, comparó, materia a materia, las actitudes de su partido y del PSOE, para llegar a la conclusión de que el modelo socialista está acabado.

Primero empezó por la democracia vivida en estos últimos 10 años, "presidencialista en contra de lo que etablece la Constitución y liderada desde un paternalismo gubernamental", para ofrecer su modelo: "Una demoracia compartida, de todos, donde no nos quieran amparar salvadores de esos que proclaman 'nosotros o el caos'".

A continuación, le tocó el turno a la ética socialista, basada en los 'cien años de honradez'. "Después de diez años de gobierno, la imagen generalizada de nuestro socialismo se desenvuelve en un clima de irregularidades y corrupción del que es responsable", afirmó Ruiz-Gallardón.

ras señalar que "nuestro socialismo" predicaba en 1982 que el cambio consistía en "que España funcione", el dirigente conservador precisó que hoy se puede decir que "España no funciona", por lo que se mostró partidario de "recuperar el auténtico sentido del cambio hacua mejor, de modo que se consiga que en la política impere la ética, que los españoles se sientan más libres".

Alberto Ruiz-Gallardón se refirió a continuación a la necesidad de dignificar la política, "evitando la mediocridad". En su opiión, en el actual sistema electoral "corremos el peligro de profesionalizar la política".

Asimismo, defendió una mayor presencia del ciudadano y de la sociedad en detrimento del peso del Estado, contrariamente a lo hecho, según el conferenciante, por el PSOE. Opinó que es "necesario desperezar a España, movilizar viejas y nuevas ilusiones colectivas, huyendo de la mirada al pasado".

Por último, habló de la reforma del Estado para conseguir el respeto hacia la seguridad de las personas y los biene, a las necesarias seguridades sociales y, sobre todo, a la democracia como sistema institucional".

"El socialismo, con su traslado de ma mayoría absoluta a todas las instuciones del Estado, ha impedido su autonomía y libre funcionamiento, convirtiendolas en un apendice del partido", aseguró.