NUEVO GOLPE EN ALMERIA A UNA RED QUE PROSTITUIA DOMINICANAS EN TODA ESPAÑA
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El pasado lunes, día 28, agentes de la policía detuvieron en Almería a un ciudadano belga y otro español, como presuntos implicados en una red internacional de trata de blancas, tras intervenir en los clubes Maxin y La Ola, de Aguadulce (Almería). Allí ejercían la prostitución 22 mujeres de nacionalidad dominicana, según informaron hoy fuentes de la Jfatura Superior de Policía.
Los detenidos son Christian Poulin, de 41 años, propietario de ambos establecimientos, y Juan Caler Tapia, de 39, como supuesto enlace entre el primero y la organización.
En el domicilio de Poulin los funcionarios incautaron 587.000 pesetas y diversa documentación que está siendo analizada. El ciudadano belga cuenta con 2 detenciones para extradición y por reclamación judicial. En cuanto a Caler, ha estado detenido en varias ocasiones por diferentes motivos, entre ello abandono de los hijos y receptación.
Esta actuación policial constituye el último episodio de la desarticulación de una organización de explotación de mujeres extranjeras en condiciones de precariedad y que se encuentran en situación ilegal en España, cuyos máximos responsables ya fueron capturados en Madrid a finales del pasado mes de septiembre.
Dos hermanos, Fredy y Georgelina Vargas Rivas, de origen dominicano, fueron detenidos entonces como supuestos organizadores de la red de trata de blanas que, además de en Madrid, tenía ramificaciones en Santiago de Compostela, Ibiza y Palma de Mallorca, ciudades en las que fueron encontradas un total de 69 dominicanas.
En cuanto a las mujeres, de edades comprendidas entre 21 y 36 años, como las descubiertas en Aguadulce, fueron captadas por la organización en Santo Domingo entre personas de bajo nivel cultural y escasos recursos económicos, bajo la promesa de un puesto de trabajo asegurado en nuestro país.
Una vez en España, las mujeres de mayr edad eran colocadas en el servicio doméstico y las más jóvenes en los clubes de alterne. Según han declarado las localizadas en Almería, durante los primeros 3 meses tenían que trabajar gratuitamente para pagar los gastos del viaje y las diferentes comisiones.
Una vez transcurrido ese plazo, recibían 4.000 pesetas por cliente, de las 10.000 ó 15.000 que cada uno de éstos pagaba al encargado del local. Nada más llegar a Aguadulce, las dominicanas tenían que entregar su pasaporte y 45.000 pesetas para según les aseguraron los contratantes, regularizar su situación en España a través de un despacho de abogados, hecho que en ningún caso se ha producido, a pesar de que algunas de las mujeres se encuentran en nuestro país desde hace varios meses.
(SERVIMEDIA)
30 Oct 1991
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