Banca

Nuria Pesquera (BBVA) asegura que los sesgos cognitivos se pueden utilizar de forma positiva desde una entidad financiera

MADRID
SERVIMEDIA

La responsable global de ‘Behavioral Economics’ de BBVA, Nuria Pesquera, asegura que los sesgos cognitivos o atajos mentales que toman las personas para adoptar decisiones se pueden utilizar “en sentido positivo” por parte de una entidad financiera al proporcionar al usuario información necesaria para tomar dichas decisiones.

Así lo explica Pesquera en una entrevista en el ‘MIT Technology Review’ en español. El área que dirige se centra en la disciplina de ‘behavioral economics’ o economía conductual, que con base en la psicología social y la economía estudia cómo toman decisiones los seres humanos y qué factores influyen.

Entre los sesgos cognitivos que afectan a esa toma de decisiones, Pesquera destaca el presente, pues los seres humanos buscan gratificaciones inmediatas e “infravaloramos los beneficios futuros”, con lo que “tendemos a quedarnos con el aquí y el ahora”.

También cita el exceso de sobreconfianza cuando se sobreestima que todo va a ir bien y se produce una falta de anticipación en el corto y medio plazo, y el sesgo de la influencia social.

En este punto, Pesquera destaca que las decisiones están “fuertemente influenciadas por lo que otros hacen o lo que esperan de nosotros” y en una entidad financiera este sesgo “se puede utilizar en sentido positivo”, como, por ejemplo, al ayudar al cliente a visualizar qué decisiones han tomado otros con un perfil similar y así “eliminar parte de la carga cognitiva del proceso para ayudarles a elegir”.

Preguntada sobre si hay posibilidad de “luchar” contra los sesgos, la responsable de ‘Behavioral Economics’ en el banco explica que, primero, hay que ser conscientes de su existencia y después, “tratar de poner medios para mitigar su efecto”. “Existe una brecha entre la intención y la acción”, a las personas les cuesta dar el paso, y en BBVA “hemos desarrollado mecanismos para tratar de facilitarlo” con tecnología e inteligencia de datos como herramientas que ayudan a ahorrar reduciendo la necesidad de autocontrol, o herramientas que permiten comparar opciones, según explica.

Sobre si la economía conductual puede emplearse para impulsar comportamientos sostenibles, Pesquera aboga por mecanismos y “contextos” que ayuden a dar el salto de nuevo de la intención a la acción en este campo con sistemas de ‘feedback’, pequeños objetivos o utilizando el sesgo de la influencia social para motivar a las personas mostrándoles lo que otros han hecho.

(SERVIMEDIA)
09 Dic 2023
MMR/mjg