Obiols, que en declaraciones posteriores a su lectura del informe de gestión no qiso desvelar si aceptaría presentarse a la elección como presidente del partido, se despidió del cargo que ha ocupado durante 13 años augurando un congreso de "síntesis y unidad".

En su intervención, admitió que "no hemos conseguido del todo avanzar hacia una nueva política dirigida a izquierdas y sindicatos", a pesar de que valoró de forma global "positivamente" el trabajo realizado por la ejecutiva y el Comité de Acción Política (CAP) del PSC desde la celebración del congreso de Sitges, en 1994.

El dirigente socialista situó las buenas perspectivas que auguró para su partido en un escenario político en el que "gobierna la derecha, aunque la mayoría de votantes es de izquierda y de centro izquierda", y apoyó esta tesis en la tradición de los socialistas catalanes para dialogar con otras fuerzas y sindicatos.

En este sentido, recordó que el PSC nunca ha pasado por una mala racha en sus relaciones con UGT, incluso cuando el PSOE vivió su peor época con el sindicato bajo el liderazgo de Nicolás edondo.

Raimon Obiols hizo constar que el papel del PSC no quedó minimizado tras el pacto entre PSOE y CiU en 1993, sino que, por el contrario, tuvo una actitud de colaboración. No obstante, añadió, cumplió con su cometido y, entre otras cuestiones, "planteamos los escándalos de este tiburón que se llama Javier de la Rosa y cuestionamos sus relaciones con CiU".

El primer secretario del PSC señaló que "los que decían que nos taparían la boca se quedaron con un palmo de narices" y agregó que, a parir de entonces, "se creó un nuevo escenario en el que ya no se podía acusar a los socialistas de enemigos de Cataluña".

Obiols explicó que, a pesar de los errores cometidos y "por mucho que nos hubieran afectado algunos escándalos que no debemos esconder", los socialistas catalanes "teníamos que ganar", y recordó posteriormente la sucesión de elecciones (municipales y autonómicas de 1995 y generales de 1996) en las que el PSC ganó o quedó bien parado.

El dirigente socialista también aprovechó su ntervención para criticar la decisión de CiU de pactar con el PP y acusó a los nacionalistas de "aparecer aún más a la derecha que el partido del Gobierno en materia económica".

Obiols, que fue despedido con casi un minuto de aplausos por parte de los 1.000 delegados del congreso, reconoció que experimentaba "sentimientos de satisfacción" por haber ejercido de primer secretario desde 1983, cargo que ocupará Narcís Serra cuando sea elegido para el mismo el próximo domingo.

Durante la primera jornaa del congreso del PSC, que se inició con intervenciones del presidente de Iniciativa per Catalunya, Rafael Ribó, y del candidato a la secretaría general de ERC Josep Lluís Carod-Rovira, tendrán lugar las votaciones de los compromisarios al informa de gestión de Obiols, aunque los comentarios de varios dirigentes no hacen prever que haya un voto de castigo, como sucedió en Sitges.