En declaraciones a la Ser, Montero confirmó que en los próximos días los obispos presentarán un documento sobre la ley del aborto y la enseñanza de la Religión y aseguró que "lo del aborto es para nosotros un problema absoluto de principios, es un problema entre vida y muerte".

Explicó que a cuestión es que muere un niño en el seno de su madre y a eso "le podemos poner los nombres que se quiera, pero al final no hay más camino que llamar a las cosas por su nombre", al tiempo que denunció que en este tema se está dando un poco la "paradoja de que los que defienden la vida aparecen como enemigos y como duros, mientras que los que la combaten aparecen como liberales".

Respecto a las conversaciones con el Gobierno sobre la enseñanza de la asignatura de Religión, reconoció que aunque no está satisfechos se encuentran a la espera del dictamen del Consejo de Estado. A su juicio, debe buscarse una "alternativa que no ponga estímulos ni para la asistencia a Religión ni para la no asistencia, sino que todo nazca de la convicción de los alumnos y de sus padres o tutores".

A pesar de las diferencias, monseñor Montero aseguró que las conversaciones con el Gobierno "no están rotas". "Entre el Ministerio de Educación y la Conferencia Episcopal ahora hay problemas debatidos en que no se ha avanzadoporque las posiciones diferentes no han sido captadas por la otra parte o se han perdido en disquisiciones que no resolvían el problema, pero decir que se ha perdido el tiempo tampoco es verdad".