“Las demandas sociales deben ser escuchadas”, dijo este viernes el portavoz y secretario general de la CEE, César García Magán, al término de la Asamblea Plenaria que ha congregado esta semana a los obispos españoles en Madrid.

“El grado de madurez democrática de una sociedad no es sólo votar cada cuatro años”, dijo, pues “en los regímenes totalitarios también se votaba”.

El obispo defendió que los migrantes “son personas que están contribuyendo al bien con de la sociedad” y que no se benefician de los derechos “que tenemos todos”, por los que les coloca “en situación de vulnerabilidad, especialmente a las mujeres”.

En paralelo, las legislación “hace imposible todavía el reagrupamiento familiar” mientras ellos cuidan de mayores y enfermos cuando “los españolitos no podemos o no queremos”.

El obispo también llamó a “no olvidar” que España fue “país de emigantes” y reiteró el ofrecimiento del presidente de la CEE, Luis Argüello, a un acuerdo entre Partido Popular y PSOE en materia migratoria. Mientras, subrayó que la Iglesia sigue trabajando “en primera línea” en la acogida de personas migrantes en Canarias, sur de España y Baleares.