Así lo anunciaron el Parlamento Europeo y el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías en sendos comunicados en los que precisaron que, para “impulsar” la “preparación” de la UE en este ámbito, también podría adoptar “evaluaciones de amenazas para la salud y la seguridad”.

“La agencia también tiene la tarea de ayudar a las autoridades nacionales a recopilar datos, establecer una red de laboratorios toxicológicos y promover las mejores prácticas en el campo de la prevención, la reducción de riesgos y daños, el tratamiento, la atención y la rehabilitación”, abundaron.

En el texto adoptado, los eurodiputados quisieron resaltar las dimensiones “sanitarias, sociales y de derechos humanos” del consumo de drogas y sustancias y urgieron a asegurar que la investigación y recopilación de datos por parte de la nueva agencia “tenga en cuenta” la perspectiva de género.

Junto a ello, apoyaron una política de drogas “basada en la evidencia, integrada, equilibrada y multidisciplinaria en pleno cumplimiento de las obligaciones de derechos humanos” y aseveraron que el mandato "más amplio" de la agencia también tiene como objetivo "permitirle responder al uso de múltiples sustancias o el consumo de múltiples sustancias a la vez o en una rápida sucesión”.

Además, el Parlamento puntualizó que, cuando se “descubran” nuevas sustancias psicoactivas, la agencia “desarrollaría una evaluación de riesgos en cooperación con la Comisión Europea, Europol y la Agencia Europea de Medicamentos”.

El mandato propuesto fue adoptado con 52 votos a favor, uno en contra y dos abstenciones y, tras la votación, la ponente, la socialista portuguesa Isabel Santos, dio la “bienvenida” a la “expansión” del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías “en una agencia de pleno derecho”.

En paralelo, juzgó “de suma importancia” el hecho de dotar a la futura agencia de los recursos y herramientas “adecuados” para poder “identificar y abordar los desafíos actuales y futuros relacionados con las drogas en Europa de manera más eficiente y oportuna”.

Todo ello, en el contexto de una situación “cada vez más compleja”, con un mercado de las drogas “cambiante, cada vez más diverso y muy dinámico” y con un “énfasis significativo” hacia las dimensiones de “reducción de daños, salud, sociales y derechos humanos” en torno a esta problemática.

Una vez adoptado, el informe será discutido por el pleno del Parlamento Europeo para definir su posición en las negociaciones con el Consejo sobre la “forma final” que tendrá la ley.