Según un comunicado de prensa de la OCU difundido este miércoles, las cervezas tipo ‘Shandy’, cervezas con un contenido alcohólico inferior al 1%, no llevan cantidad alguna de limón, porque el sabor cítrico lo aportan únicamente los aromas que incorporan. Mientras, las cervezas tipo ‘Radler’, aunque lo llevan, rara vez supera el 4% --varía entre el 0,4% de ‘Damm Lemon’ y el 5% de ‘Radler Ambar’ o ‘Radler Saerbrau’ (Carrefour)--.

La OCU subrayó que, basado en un estudio, lo que incluyen todas ellas son azúcares que, cuando se combinan con alcohol, incrementan notablemente el aporte calórico. Es lo que ocurre con las tipo ‘Radler’ con alcohol, cervezas con entre 2 y 3,2 grados, que suman un 12% más de calorías, de media, que una cerveza clásica (aproximadamente 145 kilocalorías por lata). Esta circunstancia no se da en otras cervezas con limón con menor porcentaje alcohólico --las tipo ‘Shandy’--, que suman 110 kilocalorías por lata de media, un 15% menos que una cerveza clásica, mientras que las ‘Radler’ 0,0% tienen 89 kilocalorías por lata, un 32% menos.

En definitiva, aunque son cervezas más refrescantes y con menor contenido alcohólico que una cerveza clásica, la presencia de zumo limón es testimonial. Su sabor cítrico proviene básicamente de saborizantes y edulcorantes. Además, sorprende el notable contenido calórico de que las tipo ‘Radler’ con alcohol, que llega a superar al de una cerveza clásica. “La opción más saludable, sin duda, es la versión 0,0%”, concluyó la OCU.

Por otra parte, el estudio de la organización de consumidores revela además que las marcas blancas de supermercado cuestan, de media, 0,36 euros la lata, la mitad que las marcas tradicionales.