Así lo denunció en un comunicado en el que precisó que el sistema de alerta rápida de productos peligrosos no alimentarios de la Unión Europea (Rapex) acaba de comunicar un fallo en un fusible de los modelos Seat Leon y Seat Tarraco fabricados en concreto entre el 18 de septiembre de 2020 y el 10 de enero de 2022, que podría terminar causando un cortocircuito, con el “consiguiente riesgo de incendio y, por lo tanto, de accidente”.

Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el problema podría afectar a hasta 15.000 Seat Leon y 2.500 Seat Tarraco comercializados en España.

La OCU puntualizó que Seat “se irá poniendo en contacto” con los propietarios de los vehículos afectados para resolver el problema y recordó que dicha resolución “deberá hacerse de forma gratuita y lo antes posible”.

Asimismo, explicó que quienes adquirieran el vehículo de segunda mano o hayan cambiado su domicilio habitual deberán pedir cita al fabricante para que solucione el problema “cuanto antes”.

La organización denunció la “falta de controles de calidad” en el proceso de fabricación de “muchos” fabricantes y criticó que se trata de un problema, a su entender, “habitual en muchas marcas” que juzgó “muy preocupante cuando está relacionado con la seguridad del automóvil”.