Así lo anunció este martes en un comunicado en el que consideró que se está produciendo “un perjuicio grave” a los consumidores que se ven “obligados” a “asumir las consecuencias económicas” de unos hechos de los que “no son responsables” y pidió que la compañía aérea “tenga en cuenta” la situación de los viajeros afectados que tengan un viaje o vuelo programado a o desde la región afectada por el seísmo del pasado 8 de septiembre.

Tras reclamar a la empresa que “no abuse de esta situación extraordinaria para cobrar unos importes desorbitados por el cambio de vuelo”, la organización de consumidores advirtió de que el “miedo insuperable de muchos usuarios” y el hecho de que, tanto los propios hoteles o los proveedores de otros servicios como los organizadores de excursiones, estén cancelando “de oficio” es “una razón más que suficiente para cancelar por razón de fuerza mayor las reservas efectuadas”.

“No se trata de una cancelación voluntaria, sino de una decisión motivada por la incertidumbre sobre las consecuencias personales y económicas que puede tener ahora mismo viajar a esa región de Marruecos”, apostilló, para señalar que, por todo ello, se ha dirigido a Ryanair con el fin de solicitar a la compañía que “cese de manera inmediata” esta práctica comercial “abusiva”.

En caso de que Ryanair haga “caso omiso” a sus peticiones, procederá a dar traslado de los hechos a la Dirección General de Consumo para que “investigue y, en su caso, sancione las infracciones que detecte”.