En opinión de la ODS, la "mili" actual no responde a las necesidades que tiene planteadas Españ en materia de Defensa, además de ser "extremadamente peligrosa e irracional".

A su juicio, la nueva Ley del Servicio Militar, debatida en el Congreso el pasado jueves, no aporta ninguna solución, ya que continúa limitando los derechos democráticos de los soldados y limita las prórrogas y exclusiones médicas.

La Oficina del Defensor del Soldado denuncia, entre otras numerosas irregularidades, la ausencia total de derechos fundamentales, el altísimo número de accidentes, los repetidos suicidios, ls malos tratos, las novatadas, la elevada cantidad de deserciones y los graves trastornos psiquiátricos por inadaptación.

Desde hace más de una década, según la ODS, en el Ejército español fallecen una media de 184 soldados (uno cada dos días) y se producen de 27 a 30 suicidios, lo que convierte al servicio militar español en el de más alta siniestralidad de toda Europa occidental.

A estas cifras hay que sumar una media anual de 2.245 accidentes, cuyas secuelas incapacitan a muchos jóvenes para icorporarse a la vida laboral.

"No es posible seguir manteniendo una ejército sobredimensionado, en el que los soldados viven y trabajan en unas circunstancias lamentables y soportan continuos ataques contra su dignidad personal", continúa el informe de la ODS. "Es indispensable que la Constitución entre en los cuarteles para que los soldados de reemplazo, que deben ser considerados como civiles de uniforme, puedan ejercer los derechos fundamentales que les son inherentes".

Con el propósito de palar en lo posible esta situación, la Confederación Europea de Soldados ha elaborado una Carta Social Europea de Derechos del Soldado de Reemplazo, que será presentada próximamente al Consejo de Europa, a la Conferencia de Seguridad y Cooperación en Europa y a los ministros de Defensa de todos los países en los que existe servicio militar obligatorio.

Por lo que se refiere a la objeción de conciencia, la ODS considera necesario rectificar la ley vigente, disminuyendo el tiempo de prestación social sustiutoria (PSS), para igualarla a la duración de la "mili".

También pide el reconocimiento de la objeción sobrevenida (una vez incorporado a filas) y que se solucione la situación de todos los objetores que llevan esperando más de cinco años para cumplir la PSS.