Población

La ONU alerta del auge de la “ansiedad demográfica” por políticas poblacionales de los países

- Dos tercios de la humanidad viven en zonas de baja fecundidad

MADRID
SERVIMEDIA

La “ansiedad demográfica” se ha convertido en “un fenómeno generalizado” y cada vez es más frecuente que los gobiernos adopten políticas encaminadas a aumentar, reducir o mantener las tasas de fecundidad.

Así se desprende del último informe del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA, por sus siglas en inglés), difundido este miércoles bajo el título ‘8.000 millones de vidas, infinitas posibilidades: argumentos a favor de los derechos y libertades’.

Este informe sobre el estado de la población mundial aboga por “dar un giro de 180 grados” a la perspectiva desde la que se abordan las cifras demográficas e insta a los políticos y a los medios de comunicación de “prescindir de los relatos exagerados sobre explosiones y descalabros poblacionales”.

Además, el UNFPA apunta que las iniciativas nacionales que buscan repercutir en las tasas de fecundidad “casi nunca surten efecto y pueden vulnerar los derechos de las mujeres”. “En lugar de preguntarse a qué velocidad tiene hijos la ciudadanía, los dirigentes han de plantearse si todas las personas -y en especial las mujeres- están en posición de ejercer su libertad reproductiva. En demasiadas ocasiones, la respuesta es ‘no’”, añade.

Según Natalia Kanem, directora ejecutiva del UNFPA, “el cuerpo de las mujeres no puede quedar supeditado a los objetivos demográficos”. “Si queremos forjar sociedades prósperas e inclusivas, independientemente del tamaño de la población, necesitamos un cambio radical de mentalidad en lo que respecta a nuestra forma de hablar sobre los cambios poblacionales y hacer planes en torno a ellos”, subrayó.

RELACIONES SEXUALES

En los 68 países que han facilitado datos sobre la materia, un 44% de las mujeres y niñas con pareja no tiene derecho a tomar decisiones informadas sobre su propio cuerpo en lo relativo a las relaciones sexuales, el uso de anticonceptivos y la obtención de atención de la salud, una proporción verdaderamente abrumadora.

En el ámbito mundial, se calcula que unos 257 millones de mujeres tienen una necesidad insatisfecha de anticonceptivos seguros y fiables.

Las características demográficas del planeta cambian a gran velocidad, ya que dos tercios de la humanidad residen en contextos de baja fecundidad, mientras la mitad del aumento de la población mundial previsto para 2050 corresponde a solo ocho países (Egipto, Etiopía, Filipinas, India, Nigeria, Pakistán, República Democrática del Congo y Tanzania), lo que transformará la clasificación de los países más poblados del mundo.

Culpar al cambio climático a la fecundidad no obliga a rendir cuentas a quienes emiten más dióxido de carbono, según el informe. De los 8.000 millones de personas que tiene el planeta, en torno a 5.500 millones no ganan lo suficiente (unos 10 dólares al día) como para incidir de forma notable en las emisiones de dióxido de carbono.

Por otro lado, el informe señala que la historia constata que las políticas de fecundidad pensadas para aumentar o reducir la natalidad son “inútiles en la inmensa mayoría de los casos y atentan contra los derechos de las mujeres”.

Durante los últimos 20 años, algunos países han lanzado programas para motivar que las familias fueran más numerosas a cambio de incentivos financieros y recompensas para las mujeres y sus parejas; con todo, su tasa de natalidad no ha superado los dos hijos por mujer.

Por otra parte, se han producido graves violaciones de los derechos humanos en forma de actuaciones que buscan ralentizar el crecimiento demográfico mediante esterilizaciones forzadas y la anticoncepción por medios coercitivos.

“La planificación familiar no puede ser una herramienta para alcanzar las metas de fecundidad, sino un recurso que empodera a todas las personas. Las mujeres deben poder elegir si desean tener hijos y, en caso afirmativo, cuántos y en qué momento de su vida sin tener que sufrir la coacción de expertos ni de funcionarios”, recalca la UNFPA.

El informe recomienda a los gobiernos que adopten políticas que tengan como pilar fundamental la igualdad de género y los derechos. Por ejemplo, programas de licencia parental, deducciones fiscales por cada hijo, políticas que fomenten la igualdad de género en los entornos laborales, y acceso universal a la salud y los derechos sexuales y reproductivos.

(SERVIMEDIA)
19 Abr 2023
MGR/gja