Salud

La ONU alerta de "un deterioro alarmante" en la salud de mujeres y niños en los países pobres

MADRID
SERVIMEDIA

Todos los indicadores de salud de niños y mujeres en los países en desarrollo retrocedieron "de forma alarmante" desde 2020 a causa del efecto combinado de la covid-19, el cambio climático y la crisis alimentaria causada por la guerra de Ucrania.

Así lo pone de manifiesto el informe 'Proteger la Promesa', elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la agencia de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), el Fondo de la ONU para la Población (Unfpa), la Alianza para la Salud de la Madre, el Recién Nacido y el Niño (Asmrn) y Cuenta Atrás para 2030.

Todos sus datos muestran "una regresión grave en prácticamente todas las mediciones más importantes del bienestar infantil y en muchos indicadores clave de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)".

Según sus conclusiones, la inseguridad alimentaria, el hambre, el matrimonio infantil, la violencia de pareja y la depresión y la ansiedad de los adolescentes aumentan desde 2020. En 2021, unos 25 millones de niños y niñas no recibieron vacunas o lo hicieron de forma insuficiente, 6 millones más que en 2019, una situación que agrava el riesgo de que contraigan enfermedades mortales y debilitantes para la salud.

Millones de niños no asistieron a la escuela durante la pandemia, muchos de ellos durante más de un año, mientras que aproximadamente el 80% de los niños de 104 países y territorios sufrieron pérdidas de aprendizaje debido al cierre de las escuelas. Desde el comienzo de la pandemia mundial, 10,5 millones de niños han perdido a uno de sus progenitores o a su cuidador a causa de la covid-19.

Según António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas, “el elemento central de nuestra promesa incumplida es el fracaso a la hora de abordar las enormes desigualdades que constituyen la base de las crisis mundiales, desde la pandemia de covid-19 hasta los conflictos y la emergencia climática. El informe describe las repercusiones de estas crisis sobre las mujeres, los niños y los adolescentes, desde la mortalidad materna hasta las pérdidas en materia de educación y el aumento de la desnutrición grave”, declaró.

DESIGUALDADES

El informe aporta amplias pruebas que demuestran que las posibilidades de los niños y los adolescentes de llevar una vida sana varían considerablemente por razones tan simples como el lugar donde nacen, su exposición al conflicto y las circunstancias económicas de sus familias.

Por ejemplo, un niño nacido en un país de ingresos bajos tiene una esperanza de vida media al nacer de unos 63 años, frente a los 80 que se alcanzan en un país de ingresos altos.

Esta devastadora brecha de 17 años en la supervivencia ha cambiado poco en los últimos años. En 2020, 5 millones de niños y niñas murieron antes de cumplir los 5 años, la mayoría por causas que se pueden evitar o tratar. Además, la mayor parte de las muertes maternas, infantiles y de adolescentes, así como los nacimientos de mortinatos, se concentran en solo dos regiones: África Subsahariana y Asia Meridional.

Más de 45 millones de niños y niñas sufrieron desnutrición aguda en 2020, un trastorno que pone en peligro sus vidas y agrava el riesgo de muerte, de retraso en el desarrollo y de enfermedad. Casi tres cuartas partes de estos niños viven en países de ingresos medios-bajos. En 2020, 149 millones de niños sufrieron retraso en el crecimiento, una cifra alarmante. África es la única región en la que el número de niños afectados por el retraso en el crecimiento ha aumentado en los últimos 20 años, de 54,4 millones en 2000 a 61,4 millones en 2020.

Los seis países con mayor número de desplazados internos –Afganistán, Etiopía, la República Árabe Siria, la República Democrática del Congo, Sudán y Yemen– se encuentran también entre los 10 países que sufren mayor inseguridad alimentaria.

(SERVIMEDIA)
18 Oct 2022
AGQ/clc