Así lo decidió este miércoles el Comité de Huracanes de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), agencia de la ONU especializada en el tiempo, el clima y el agua, que está formado por expertos de los servicios meteorológicos e hidrológicos nacionales y su zona de competencia es América del Norte, América Central y el Caribe.

La decisión fue tomada en una reunión anual de ese Comité, que comenzó el pasado lunes y concluirá este viernes.

En su lugar, se empleará Otilio en lugar de Otis y Debora en vez de Dora en las listas rotativas para designar ciclones que se forman en el Pacífico Norte y que la OMM supervisa con la finalidad de ayudar a comunicar los avisos de tormenta y alertar a la población de riesgos potencialmente mortales.

Otis causó muerte y destrucción cuando tocó tierra en la ciudad turística de Acapulco (México) el pasado mes de octubre. Fue la tormenta más fuerte de la pasada temporada y aterrizó con vientos sostenidos de 260 km/h. Además, tiene el récord de ser el huracán que más fuerte tocó tierra en el Pacífico oriental tras sufrir una rápida intensificación.

Un total de 51 personas murieron en Acapulco, mientras que otras 34 desaparecieron. Otis causó pérdidas económicas por unos 3.200 millones de dólares, según las autoridades mexicanas.

Por su parte, Dora no causó daños directos, sino que desempeñó un papel meteorológico indirecto en los devastadores incendios forestales registrados en Maui (Hawái) en agosto de 2023. Hubo algunos indicios de que su paso hacia el sur aumentó los vientos alisios de bajo nivel que avivaron las llamas mortales en las islas hawaianas.

CADA SEIS AÑOS

Los nombres asignados a los huracanes en el Pacífico se vuelven a usar cada seis años en listas rotativas, salvo que una tormenta sea tan mortífera que se decida retirar su nombre, como Otis y Dora.

En cambio, es la primera vez que el Comité de Huracanes de la OMM no retira nombres del Atlántico desde 2014.

La convención utilizada para asignar nombres a las tormentas suscita un gran interés entre la población. Sin embargo, es una pequeña parte de la labor que el Comité de Huracanes de la OMM desempeña para salvar vidas, puesto que también se dedica a la emisión de pronósticos y avisos de peligros asociados a vientos, mareas de tempestad e inundaciones, así como a evaluaciones de impacto.