Orfin, la cátedra creada por la Universidad de Alcalá y Thinking Heads, presentó este miércoles su informe de previsiones económicas del primer trimestre de 2022.

En él prevén que, en un escenario suave se registre un precio del gas promedio de 80 euros el megavatio y el PIB crezca un 4,5% este año. En este caso, la tasa de paro seguiría bajando hasta el 12,1%, mientras el déficit público caería al 5,5%.

En un escenario severo en el que se agrave la guerra, Orfin plantea que el PIB crezca solo un 3,8%, el precio del gas se sitúe por encima de los 100 euros y la creación de empleo “se frenaría”.

Por otro lado, el informe advierte de cuatro riesgos principales para la estabilidad financiera: la revisión a la baja de la recuperación económica, la previsible subida de tipos de interés para frenar la inflación, el empeoramiento en las condiciones de acceso a la financiación y la baja rentabilidad de la banca.

El conflicto bélico en Ucrania “deja a España, de nuevo, en una posición vulnerable, como lo estuvo en 2008 y 2020, pues a pesar de su baja exposición a la economía rusa, los riesgos para el país son clara y significativamente a la baja”, destaca el texto.

En este sentido, el mayor riesgo financiero está asociado a un posible aumento de la inestabilidad financiera en la Eurozona, derivado principalmente de la reducción de compras de deuda que ya ha anunciado el Banco Central Europeo (BCE), así como a las posibles subidas de tipos de interés.

Durante la presentación del informe, el economista y director de Orfin, José Carlos Díez, explicó que el escenario económico actual es de estancamiento “y, quizá, de ligera recesión en los siguientes trimestres del año”.

El principal canal de transmisión del impacto de la guerra de Rusia en Ucrania es la subida de precios de las materias primas que “provocarán que una parte del PIB y de la renta nacional salgan del país para pagarlas más caras y reduzcan el gasto en consumo e inversión domésticos”, según el informe.

El análisis de Orfin destaca la necesidad de un pacto de rentas ante el “elevado diferencial” de inflación entre España y sus socios comerciales.

Desde el observatorio destacaron que la morosidad sigue sin repuntar por las moratorias o los préstamos avalados y destacaron como vulnerabilidad el aumento de la deuda pública.