La primera parte del ibro recoge la situación en la que se encuentra el Ministerio Fiscal, enumera una serie de carencias y falta de medios, entre ellos que las fiscalías no están aún totalmente informatizadas, y reclama la independencia presupuestaria de la institución.

El libro, según informaron a Servimedia fuentes de la Fiscalía, aborda también diversas vías posibles para el nombramiento del fiscal general y de los fiscales jefes, para que sean menos gubernamentales.

Asimismo, plantea si el fiscal debe ser instrutor o no, y apuesta por que no lo sea mientras la institución no adquiera la suficiente imparcialidad.