Según Greenpeace, diversos países apoya la incorporación inmediata a la OTAN de Hungría, Polonia, República Checa, Rumanía y Eslovenia, en función del negocio que se puede generar.

Así, siempe según la organización ecologista, Francia e Italia, están avalando la incorporación de Rumania y Eslovenia, mientras que Estados Unidos sólo respalda la candidatura de Hungría, Polonia y República Checa.

En opinión de la organización ecologista, la administración norteamericana ha calculado que la incorporación de esos tres páises a la OTAN puedn suponer un coste de 250.000 millones de pesetas en los próximos 10 años, aunque algunos organismos oficiales de Estados Unidos manejan la cifra de 750.000 millones en un periodo de 15 años.

Para Greenpeace, estos hechos son de la máxima gravedad, ya que afectarán de forma importante no sólo a la futura percepción rusa de la evolución de la OTAN y a su incierta política de gastos y producción militar, sino también a uno de los dilemas fundamentales de la Alianza Atlántica: si ésta se orienta como un rganismo de seguridad o como una organización que favorece la militarización del continente.