En un comunicado, Ouigo asegura que un informe de Alstom, el fabricante de sus trenes y encargado de su mantenimiento, verifica que ningún tren de Ouigo presentaba daños al regresar ese día al taller.

“Desmentimos categóricamente que uno de nuestros trenes fuese el causante de la caída de la catenaria a la altura de La Sagra”, afirma el comunicado, que defiende que “el hecho de que un tren de Ouigo se pare momentáneamente en la vía es habitual en una red con una demostrada capacidad de recuperación de la circulación”.

Por ello, añade que “esto no puede utilizarse como supuesta causa de la caída de tensión en la catenaria” y que “la infraestructura debe contemplar con normalidad este tipo de situaciones”. “Sería como atribuir la responsabilidad en el hundimiento de una carretera a los coches atascados, algo frecuente y habitual”, sentencia.

En cualquier caso, señala que el tren que se engancha en la catenaria no pertenece a Ouigo, algo que es cierto puesto que fue un Avant de Renfe.

Por otro lado, sostiene que su tren Alstom es “uno de los modelos más fiables y seguros de Europa, con una edad media de servicio de 12 años, mucho menor, en cualquier caso, que otros trenes de alta velocidad que circulan en la red española con más de 30 años de servicio”.

Por último, muestra su confianza en que “Adif, como responsable de la gestión y mantenimiento de las infraestructuras ferroviarias, investigará a fondo y de forma imparcial este incidente”. “Nos ponemos a su disposición para ayudar a esclarecer lo sucedido con toda la documentación y colaboración técnica necesaria, desde la transparencia y el rigor técnico con el que siempre operamos”, concluye.