“Se trata del mismo Gobierno que modificó el Código Civil para considerar a los animales como seres sensibles. Es incomprensible”, indicó la formación política animalista, que se preguntó: “¿Acaso sienten menos los perros si están en manos de cazadores que en manos de personas que no tienen como afición deportiva matar animales? Efectivamente: sienten menos cariño, menos atenciones y menos respeto”.

El Partido Animalista, que habilitó una dirección web para la recogida de firmas (‘https://firma.pacma.es/no-exclusion-perros-de-caza’) afirmó que “miles de perros son abandonados” cada año al terminar la temporada de caza.

“Algunos matados de maneras terribles; ahorcados, tirados en pozos, quemados… Además, las condiciones en las que muchos cazadores mantienen a estos animales son pésimas: permanentemente atados a cortas cadenas, bebiendo agua insalubre y durmiendo sobre sus propios excrementos”, recalcó.

Algo similar ocurre con los perros de guarda, según Pacma, ya que “suelen pasar muchas horas e incluso días en completa desatención, frecuentemente atados y desprotegidos ante cualquier amenaza”.

«Son, precisamente, estos perros los que más protección y apoyo necesitan. Si esta exclusión ocurre, estos animales pasarán a ser considerados, aún más si cabe, de segunda, aun cuando tienen exactamente las mismas necesidades y características que aquellos de razas similares que han sido adoptados por familias que no los explotan”, destacó la portavoz de Pacma, Yolanda Morales.

Así lo denunció también el Intergrupo del Parlamento Europeo sobre Bienestar y Conservación de los Animales en una carta enviada el año pasado al Gobierno, en la que indicaba que el trato que se da en España a los animales para cazar “está en contradicción con los valores europeos”, que “no hay nada que justifique que se les dé un amparo legal diferente al del resto de animales considerados de compañía” y que “es incomprensible que modalidades de caza como la montería con rehala, que están prohibidas en el resto de países europeos por su extrema crueldad, en España estén protegidas y fomentadas por las instituciones públicas mediante subvenciones y declaraciones de bien de interés cultural”.

“Es hora de que estas y otras prácticas extremadamente crueles con los animales desaparezcan de nuestro país, como el tiro al pichón, cuya prohibición, prevista en principio por el Proyecto de Ley, también pretende eliminar el PSOE mediante esta enmienda», sostuvo Pacma.