La acción jurídica de esa formación política consiguió detener el año pasado la celebración del festejo después de que el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 de Soria reconociera la necesidad de anteponer el bienestar del animal, vulnerado hasta el punto de haber costado la vida a varios toros a lo largo de la historia.

Sin embargo, el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León tumbó a mediados del pasado septiembre el auto del del mencionado Juzgado, que suspendía la celebración del festejo, lo que deja abierta la puerta a que vuelva a celebrarse este año.

Con esta decisión se ignoran los "argumentos muy firmes" presentados en defensa de la integridad física y emocional del toro, y se vuelve a priorizar una tradición que, para el Pacma, "implica sufrimiento, miedo y estrés extremos para el animal, según los expertos".

Por ello, la formación animalista ha presentado una solicitud de recusación contra el magistrado ponente designado en el recurso de casación relativo al festejo.

Por otro lado, el Pacma consideró que el Toro Júbilo es "uno de los festejos taurinos más crueles de España" y que su celebración se mantiene "amparada por razones culturales y festivas que no pueden justificar el maltrato".

Apuntó que las autoridades autonómicas y locales "tienen la responsabilidad de proteger a los animales y no de permitir y jalear su tortura bajo el pretexto de la tradición".