Sobre las dos de la madrugada, la Policía Municial localizó el vehículo en el paseo de Camoens. Su conductor circulaba de forma temeraria, saltándose los semáforos y haciendo caso omiso de las señales de tráfico.

Tras interceptar la furgoneta, los agentes comprobaron que era conducida por el hijo del denunciante, que iba acompañado por dos muchachas, también drogadictas, según las mismas fuentes.

Los tres fueron trasladados a la comisaría, donde el padre se hizo cargo del vehículo, pero no quiso saber nada de su hijo. Casimiro Ramos manifestó ue el joven se marchó de su casa cuando tenía 16 años y que, desde entonces, sus relaciones han sido esporádicas.