Así lo afirmó el castellanomanchego en unas declaraciones, a su llegada a un encuentro informativo sobre La industria de la felicidad, organizado por Hotusa, en el que también partcipó el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno.

Page insistió en que "sería muy deseable un acuerdo entre los dos grandes partidos ante el chantaje de Donald Trump" y consideró necesario consensuar un plan de "larga distancia" frente al pacto "cortoplacista" que se podría alcanzar con Junts y el resto de socios parlamentarios habituales del Gobierno central.

El presidente de Castilla-La Mancha se mostró partidario de aprovechar el "paréntesis" de 90 días anunciado por Trump este miércoles para lograr un gran acuerdo entre socialistas y populares que permita a España encarar este periodo de enorme incertidumbre comercial.

"El único problema es que seguramente un acuerdo con el PP no estaría bien visto por los socios. Obviamente el Gobierno tiene que decidir si pactar con el Partido Popular un acuerdo de larga distancia o pactar un acuerdo de coyuntura de cortoplacista con los socios", señaló a la vez que matizó que "llamarles socios es una expresión muy generosa", dado que Puigdemont solo busca cubrir "sus intereses".

Por su parte, criticó también el poder que se está concediendo a Puigdemont, prófugo de la justicia en Bélgica, un "tipo" que personalmente le confesó que "odia a España", desveló. "Se están tomando decisiones al margen de la inmensa mayoría del pueblo español", añadió.

El presidente castellanomanchego incidió en que "si se pacta con el PP creo que se está intentando mirar más adelante y sería un pacto más válido para los interesados de España desde mi punto de vista, pero no lo veo fácil porque hay un foso de hay una sima entera de desconfianza entre el PSOE y el PP, probablemente de los más grandes que hay en democracia".

SÁNCHEZ EN CHINA

Preguntado por el viaje del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a China en plena escalada de la guerra comercial con EEUU, Page señaló que "la circunstancia de la coyuntura lo convierta a los ojos de muchos en más inoportuno".

Acto seguido, sin embargo, el socialista defendió que "estos viajes no se improvisan, se programan con mucha anticipación", y que "cuando Estados Unidos llegue a un acuerdo con China, y llegará, no va a tener en cuenta ni los intereses de España ni los de Europa. Va a tener en cuenta solo sus intereses".

Del mismo modo, defendió, "Europa en conjunto y España también por lo que nos afecta tiene que mantener su propio equilibrio con un gigante como es China. No digo someterse, no digo supeditarse, pero tenemos autonomía plena como país y la tiene que tener España y la tiene que tener Europa" para llegar a los acuerdos comerciales oportunos.

"Todo, menos estar a las órdenes de alguien tan caprichoso como Trump, que cuando tenga que llegar a acuerdos, y llegará, con China, lo hará en su propio beneficio y seguramente en perjuicio de Europa", apostilló Page.

Por último, señaló que la mayor penalización de esta guerra comercial va a ser para EEUU, porque los inversores internacionales van a desconfiar de los virajes de la Casa Blanca. "Va a conseguir Trump que el famoso sueño americano acabe siendo un cuento chino", subrayó.

Moreno, por su parte, recalcó que si bien China es un socio comercial de gran relevancia para España, el momento efectivamente podría no ser el más oportuno, dadas las crecientes tensiones entre Trump y Xi Jinping.

"Me parece razonable que España tenga presencia en China, segunda potencia del mundo. Ahora, ¿es idóneo visitar China en un momento de tensión entre la primera potencia del mundo y la segunda, en medio de 90 días de reflexión por los aranceles? Creo que en término de oportunidad política, no es lo más razonable", afirmó Moreno.

"Meterse por medio en ese momento y convertirse en la diana de la ira de una Administración caprichosa como es la de Trump no es razonable. Es jugar a una ruleta rusa que no debemos porque es jugar con los intereses de los españoles", criticó Moreno.