Arregui hace esta consideración en una carta remitida a "The Economist" para salir al paso de un artículo de la revista británica del pasado 15 de septiembre, en el que se abogaba en favor del derecho de autodeterminación y el cambio de la Constitución española para reconocerlo.

En la carta, publicada en el último número de la revista, en la sección de carta al director, Arregui señala que, "como vasco nacionalista y ex consejero en un gobierno del País Vasco, creo que, al aogar por la autodeterminación y el cambio de la Constitución, pasan por alto algunas dificultades que probablemente sobrevendrían".

"Casi la mitad de la población de la comunidad", explica, "se sienten tanto vasca como española al mismo tiempo. Puesto que ya tienen el derecho a votar a un parlamento vasco y uno español (un derecho ejercitado a menudo), no ven la necesidad de un adicional derecho de autodeterminación".

"Reclamarlo", añade, "tiende a legitimar la violencia de los terroristas separaistas de ETA y, si fuese concedido, dividiría a la sociedad vasca y haría más difícil que hubiera una nación vasca propiamente dicha. De ahí que muchos nacionalistas moderados, como yo mismo, estén en contra de reconocer un derecho adicional de autodeterminación".