Según informó el Ejecutivo castellano-manchego, José Bono, que se encuentra hoy en Pamplona, señaló que respetar la Constitución "no sólo es un deber sacrosanto, sino un deber de las personas que son amanes de la libertad y la democracia".

En este sentido, Bono calificó el plan Ibarretxe como un ataque frontal a la Carta Magna y afirmó que "no tiene ningún fundamento invocar derechos preconstitucionales y divinos para pasar por encima el único derecho que es el que permite al lehendakari ejercer sus funciones, que es la Constitución".

"Cuando no había Constitución, no había libertad ni en Toledo ni en Bilbao", indicó Bono, quien puso de manifiesto que "la Constitución española sólo puede modificase por el procedimiento que contempla la propia Carta Magna y que en materia de vertebración de la nación española vale tanto el voto de un ciudadano de Donosti como el de uno de Ferrol".

Finalmente, el presidente de Castilla-La Mancha destacó que hacer otra interpretación en este sentido es subvertir el orden constitucional.