El "trabajo en equipo" se inició hace unos siete meses en la factoría de Opel en la localidad de Figueruelas de forma experimental y asta la fecha únicamente había sido aplicado a 41 equipos piloto, con un total de unos 600 trabajadores.

El nuevo sistema laboral rechazado por los empleados consistía en la integración de grupos con capacidad para modificar el sistema de producción en cadena. En estos grupos, la responsabilidad y participación de cada uno de los trabajadores era superior al sistema tradicional.

Las centrales sindicales CCOO, UGT y USO apoyaban el nuevo método y habían pedido el voto favorable a los trabajadores.Por su parte, la CGT y el Sindicato Independiente de Aragón habían aconsejado el voto en contra, por considerar que el "trabajo en equipo" no supone ningún beneficio para la plantilla.