EL PAPA ACTUAL HUBIESE SIDO TORERO, SI EN LUGAR DE NACER EN POLONIA LO HAE EN ESPAÑA, SEGÚN EL ARZOBISPO DE TARRAGONA
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
Monseñor Ramón Torrella, arzobispo de Tarragona, manifestó hoy a la salida de la comisión permanente del episcopado, que Juan Pablo II, si en lugar de haber nacido en Polonia, lo hubiese hecho en España, no habría sido sacerdote, sino torero, "porque le hubiera gustado arriesgar cada semana su vida frente a un toro".
El arzobispo Torrella, quién elogió al Papa con las cualidades de "energía y valentía de un grado extraordiario", explicó que el cambio que se está dando en la Iglesia desde el pontificado de Pablo VI, no puede calificarse de retroceso o restauración porque sería ambiguo y equívoco.
Según Torrella, "el cambio es este: Pablo VI quiso llevar a buen término todo el Concilio Vaticano II y llega un nuevo papa, que está más preocupado en reconstruir la unidad interna de los católicos: ese es su primer principio".
A juicio de Torrella, "Pablo VI no era tan valiente como el papa actual desde el punto de vistadel ecumenismo, porque Juan Pablo II ha hecho unos gestos ecuménicos extraordinarios", como ir a rezar a la Iglesia luterana o a la sinagoga de Roma, "un gesto que sólo es capaz de hacer este papa".
Juan Pablo II tiene, además, "el coraje de la fe que le empuja a ser un predicador directo, itinerante del Evangelio", opinó también Torrella.
PERMANECER O DIMITIR
El arzobispo de Tarragona habló, asimismo, de los obispos dimisionarios, Nicolás Castellanos y Ramón Buxarrais, sobre los que dijo que tl y como están las cosas, lo difícil no es dimitir, sino permanecer dentro del episcopado.
En referencia a Buxarrais, Torrella dijo que "le admiro porque se ha ido a vivir a Melilla, donde tendrá una vida sencilla de jubilado, mientras podría haberse ido a residir a Barcelona o Granollers. Pero no le admiro porque haya dejado el cargo de obispo de Málaga".
Sobre Nicolás Castellanos, Torrella discrepó que la dimisión de el ex-obispo de Palencia fuera porque considerara que el trabajo que hacía erainútil o por una crisis de crispación y que, aunque él se justifique así, la razón está en un deseo de irse a un lugar que el conoce, como son las misiones de su congregación.
"Durante el tiempo que he tenido ocasión de conocerlo, ha hecho intervenciones muy pensadas, era escuchado y era considerado. Si luego llega un momento en el que se produce una sobrecarga, como diciendo que el trabajo nuestro es inútil, a mi entender no es una crisis de crispación, aunque el diga eso", explicó.
(SERVIMEDIA)
25 Sep 1991
L