Así lo indicó el presidente del Parlament, Josep Rull, durante la celebración de este acto que comenzó con una ofrenda floral ante la escultura ‘La piedad’, el monumento a los inmortales por la libertad de Cataluña, que la Asociación Promemoria a los Inmortales por la Libertad de Cataluña donó a esta institución en 1983.

Rull detalló que la escultura, situada en el patio de la biblioteca, “nos alerta de los peligros de los extremismos, los discursos de odio y de intolerancia, de dar la espalda a la democracia y de abrazar los autoritarismos”. Después de la ofrenda floral, se guardó un minuto de silencio mientras la guitarrista Anna Penkina interpretaba ‘Recordando’, de Ricard Lamote de Grignon.

A continuación, el historiador Joaquim Aloy explicó el contexto histórico de la represión franquista y el acto acabó con las palabras de Rull y con la interpretación musical de ‘Yo vengo de un silencio’, de Raimon, a cargo de Marcel Barrera, alumno del conservatorio del Liceu, con los asistentes puestos en pie en homenaje a las víctimas.

El acto contó con la presencia de la vicepresidenta primera del Parlament, Raquel Sans; los secretarios primero, segundo y tercero de la Mesa, Glòria Freixa, Juli Fernàndez y Rosa Maria Ibarra, respectivamente, así como presidentes, portavoces y otros diputados de diversos grupos parlamentarios y familiares de represaliados por el franquismo.