El texto, que consta de introdución y cinco epígrafes: Política exterior y de seguridad de la futura Europa Unida, ampliación de competencias de las instituciones comunitarias, legitimidad democrática cohesión económica y social, y ciudadanía europea, será debatido por las Cortes diez días antes de la "cumbre" de jefes de Estado y de Gobierno en la ciudad holandesa de Maastricht, de 9 y 10 de diciembre.

En esa "cumbre", el Gobierno español pretende obtener un compromiso de que la futura Europa unida políticamente seguirá siendo solidaria con los más desfavorecidos de los Doce (España, Grecia, Portugal); aspecto en el que hicieron hincapié todos los grupos parlamentarios durante el debate del documnto en la comisión mixta Congreso-Senado, esta mañana.

Sólo el Partido Popular (PP) se opuso al texto, por entender, según dijo su portavoz ante la comisión, Isabel Tocino, que es una mera declaración de principios, útil hace un año, pero no ahora, explicó, para afrontar una "cumbre" como la de Maastricht, donde ya se van a debatir cesiones reales de soberanía y repercusiones económicas de la Unión Europea.

"Tenemos la sensación de que se ha claudicado y de que ya hay un nuevo criterio de repartode los fondos estructurales de la CE", afirmó Tocino en referencia a la posibilidad de que España tenga que aportar más a la CE de lo que recibe de ella, a partir de 1993.

Por eso, el PP presentó en el transcurso de la sesión un documento alternativo al estudiado esta mañana, que consta de 248 artículos en los que se entra a perfilar los "números" y la "letra" de lo que representa la Unión Política Europea para España.

MARGEN DE MANIOBRA

El portavoz del PSOE en esa comisión, Jesús Caldera, respndió que el Gobierno y el grupo parlamentario que le sustenta están abiertos a las sugerencias del PP, pero advirtió que no aceptarán un documento excesivamente "técnico", que limite el margen de negociación del Gobierno con sus socios comunitarios.

"Decir que el Gobierno ha claudicado, flaco servicio hace no sólo al Gobierno, sino al país entero en sus encuentros y si alguien del PP se alegra de ello, como he querido entender, difícil lo va a tener el PP para justificarse", añadió Caldera.

El reresentante socialista agradeció al resto de los grupos parlamentarios el apoyo al texto, que sólo fue modificado esta mañana mediante seis enmiendas presentadas por Izquierda Unida contra aspectos semánticos del texto; las presentadas por ese mismo grupo contra aspectos "de contenido" están en fase de "reflexión" dentro del Grupo Socialista, dijo Caldera, y su aprobación o no se verá en el pleno del próximo 28 de noviembre.

El documento comienza definiendo en su introducción qué es para el Parlamento spañol la Unión Política: "transformar un ámbito cláramente económico (CE) en un espacio integrado fundamentalmente por tres grandes pilares: 1) Política Exterior y de Seguridad Común, 2) La Profundización de la legitimidad democrática y 3) La ciudadanía común".

Respecto a esta última cuestión, el punto quinto del texto pide a los jefes de Estado y de Gobierno que en el futuro Tratado de Unión Política incluyan la definición del ciudadano europeo, "como un elemento que se superpone a la ciudadanía naconal, sin disminuir ni perjudicar la identidad característica de los ciudadanos de los Estados miembros", recalca.

Además, insta a los Doce a que creen la figura del defensor del Pueblo para los ciudadanos europeos y a que adopten una política migratoria común, y no la impuesta en cada país por los intereses nacionales.

MAS PODER PARA EL EUROPARLAMENTO

El punto segundo del documento aprobado esta mañana por la Comisión Mixta Congreso-Senado para las Comunidades Europeas, bajo el epígrafe "legitmidad democrática", solicita una ampliación de competencias para el Parlamento Europeo y la posibilidad de que el presidente y los miembros de la Comisión sean investidos por éste.

Actualmente, los gobiernos son los que designan, de forma paritaria, el número de miembros y los nombres de quienes integran la Comisión de las Comunidades Europeas (gobierno de la CE).

En materia de Política exterior y de seguridad, el Parlamento español reconoce que "subsisten muchas diferencias de enfoque" entre losDoce; "sin embargo", añade el texto, "la actual cooperación política, que ha dado notables frutos, probablemente ha agotado sus posibilidades con los mecanismos actuales".