Sala agregó que la Constitución es un instrumento "muy delicado" para poder ser modificado por "cualquier oportunidad política del momento" por lo que, a su juicio, cualquier reforma debe estar presidida primero "por una experiencia de todas las posiblidades que haya dado de sí el texto constitucional, inclusive en materia autonómica".

A su juicio, la Carta Magna podría ser modificada posteriormente en algún aspecto concreto contando siempre "con una total generalida, no sólo consenso amplio, de todas las fuerzas políticas y de todos los españoles".

Tras destacar que XV años después de su promulgación "la Constitución goza de buena salud", se refirió a la falta de consenso existente para la renovación de los miembros de ciertos órganos constitucionales que, a su juicio, deberian afrontar las fuerzas políticas con representación parlamentaria que "tienen que adoptar su responsabilidad y asumirla".