PASTORAL. EL FRANCISCNO IÑAKI BERISTAIN PIDE AL GOBIERNO QUE DIALOGUE CON ETA Y RECLAMA UN REFERENDUM DE AUTODETERMINACION

- Beristain, director de la revista del santuario de Arantzazu, dice que "preguntar "a un pueblo" si quiere estar dentro o fuera de España es "llevar al extremo la democracia"

- Por el contrario, el historiador jesuita García de Cortázar asegura que la pastoral es una "perversión intelectual"

MADRID
SERVIMEDIA

El franciscano Iñaki Beristain, director de la revista del santuario guipzcoano de Arantzazu y responsable de los actos conmemorativos del quinto centenario de la presencia franciscana en Arantzazu, ha reclamado al Gobierno que dialogue con Batasuna y con ETA y se ha mostrado partidario de convocar un referéndum de autodeterminación en el País Vasco.

Según recoge la Agencia Española de Noticias de Vida Religiosa, que promueve la Conferencia Española de Religiosos (Confer), Beristain apoya la carta pastoral de los obispos vascos que critica la Ley de Partidos y la ilegalizaión de Batasuna.

A su juicio, el Gobierno y el PSOE, ayudados por los medios de comunicación, en función de sus "intereses electorales y mediáticos", han "desorbitado" el contenido de la carta, a la que define como "dialogante y cercana", que "marca unos criterios y unas pautas" para el diálogo y la escucha de las partes en conflicto.

El religioso franciscano cree que la Ley de Partidos "no va a ayudar" a la pacificación del País Vasco sino que, al contrario, va a crear "una crispación y un distaciamiento mayor", lo que puede ocasionar más víctimas, o que la seguridad de las actuales o posibles víctimas sea más precaria.

Beristain afirma que mucha gente "no está informada o está mal informada", dado que las informaciones ofrecidas han sido, dice, "absolutamente parciales y sacadas de contexto", pues el escrito no habla sólo de la Ley de Partidos o de las relaciones de Batasuna con ETA. Para él, la carta "no tiene nada de nacionalista" y tanto la Conferencia Episcopal Española como la Santa See "deberían apoyarla".

A la hora de definir la situación actual en el País Vasco, Beristain piensa que "de Miranda [de Ebro] para abajo se ven las cosas de una forma y hacia arriba se ven de otra, y no hay forma de conectar".

Ante esta situación que él describe, se muestra partidario de "escuchar las razones del otro y echar puentes, sin demonizar ni criminalizar". En este sentido, Beristain cree que no hay que dejar fuera del diálogo a Batasuna "y, en último término, a ETA", porque es "una de la causas del conflicto, y Batasuna representa más de 10% del electorado". Un diálogo que hay que iniciar y mantener "incluso aunque haya víctimas", porque "para que no haya más víctimas hay que estrenar nuevos caminos".

Asimismo, Beristain opina que el 98% de los vascos es partidario de "acallar a ETA", pero está convencido de que "aunque desaparezca la banda terrorista no desaparece el problema vasco", por lo que asegura que el referéndum sobre la autodeterminación no es el primero ni el único medio pra solucionar el problema, pero cree que "preguntar a un pueblo dónde quiere estar si dentro o fuera del Estado español no es delito sino llevar al extremo la democracia".

PERVERSION INTELECTUAL

Esta opinión contrasta con la del historiador jesuita Fernando García de Cortázar, quien opina que la pastoral es una "perversión intelectual", que "no responde a ningún planteamiento pastoral".

García de Cortázar, profesor de Historia Contemporánea en la Universidad de Deusto, en Bilbao, cree que la cata de los obispos vascos no es propiamente hablando una pastoral, pues "no responde a ningún planteamiento pastoral", sino "un manifiesto nacionalista que recoge uno por uno todos los tópicos y demandas del nacionalismo".

A su juicio, el escrito "no trata sólo de sembrar inquietud y desconfianza, o incluso animadversión, a la ya aprobada Ley de Partidos sino que también mira de reproducir los deseos del nacionalismo, y lo hace de una forma burda, ruda, incluso poco original".

Para el historiador esuita, "el ambiente nacionalista en el que se mueven los obispos les ha impedido ver otras realidades del País Vasco".

En este sentido señala que en el origen de esta visión está que "la Iglesia en el País Vasco es mucho más nacionalista que sus propios fieles", y, por eso, "los obispos han podido dejarse llevar por ese nacionalismo que es el verdadero problema del País Vasco", pues lo convierte en "una especie de religión secular".

García de Cortázar, que es el único religioso y eclesiástico esañol que desde hace un año y medio lleva escolta oficial para garantizar su seguridad personal, acusa en los obispos vascos una "falsa equidistancia que sirve para condenar a ETA pero no para aplaudir a la gente que está arriesgando su vida, en defensa de la libertad de los demás, sometida a unas situaciones de presión tremendas". "No han acertado en este documento porque viven en un ambiente totalmente nacionalista", aclara.

Además, cree que la carta de los obispos es una "perversión intelectual", poque "lo que está casi suscitando es la pasividad, está pidiendo a los amenazados que, precisamente por su situación, no compliquen más las cosas y no hagan que se ilegalice Batasuna, porque eso sería peor".

Para explicarlo, el historiador pone un ejemplo: "A finales de los años 20 y comienzo de los 30, antes de que subieran los nazis al poder, los jueces, pronazis ya, se negaban a aplicar las condenas por atentados a los judíos, porque pensaban que era el sentir mayoritario de los alemanes. Años más trde, los hornos de cremación darían también respuesta de ese sentir mayoritario de los alemanes, hasta dónde se puede llegar".

Por ello, argumenta que frente a la pasividad, "nacida muchas veces de una sociedad sedada, amordazada y atemorizada por el terrorismo", los obispos "debían haber insistido en la resistencia y el valor cívico y ético de los que no aprueban y resisten al nacionalismo totalitario y al terrorismo liberticida".

A su juicio, "no partir de la situación radical de falta de liberad para hablar en público, de miedo a la muerte, en una sociedad en la que sus líderes intelectuales y políticos que no están en el Gobierno tengan que llevar escolta, ya está diciendo lo que es esta sociedad. De eso no hay una palabra en la pastoral".

Para el historiador, es verdad que, como señala el escrito, no hay que confundir nacionalismo y terrorismo, "pero los obispos deberían decir que los terroristas están matando con la idea nacionalista, en aras del derecho de autodeterminación".

En ete sentido, García de Cortázar, autor de "Historia del País Vasco", cree que "la petición de autodeterminación no tiene ninguna raíz histórica", pues "lo que llamamos País Vasco responde a una división administrativa del siglo XIX, fruto de la emigración, que allí se dio más que en cualquier otra provincia española".

"La historia del País Vasco", añade, "está centrada en la historia de España a través de Castilla, a cuya Corona pertenece. No hay argumentos históricos para ningún tipo de escisión. La hstoria no da derechos, por eso cuando los nacionalistas hablan de los derechos históricos me parece una barbaridad, los derechos los dan las Constituciones y se dotan de derechos las personas a través de los textos constitucionales", aclara el historiador.

Sobre la reacción de la Conferencia Episcopal Española, García de Cortázar señala que "me parece un escándalo que los obispos españoles no hayan atajado rápidamente la pastoral o por lo menos que hayan dicho claramente que no tienen nada que ver conuna pastoral que nace del miedo, del asentimiento a la situación, y no de ponderar, defender y proteger el coraje cívico y ético de muchos ciudadanos vascos también".

Por eso, entiende que la Iglesia española "debería dar una respuesta y una palabra de aliento a tanta gente que con coraje, valor y civismo está respondiendo a las mejores expectativas de una sociedad libre y plural".

(SERVIMEDIA)
08 Jun 2002
GJA