La CNC indicó en una nota de prensa que la reducción de jornada agravará los problemas de falta de mano de obra en el sector, ya que la construcción "está marcada por la necesidad de movilidad geográfica de empresas y trabajadores", y los desplazamientos "no siempre resultarán rentables ante las rigideces de horarios y jornadas propuestas".

Por ello, la patronal confía en que el Congreso tumbe esta iniciativa ya que, según sus estimaciones, supondría una potencial reducción de cerca del 30% del salario real de más del millón de empleados de la construcción.

En este sentido, la patronal estima que la reducción podría mermar en más de 7.000 euros al año el salario de los trabajadores, dado que la necesidad de horas extra con la actual intensidad de trabajo del sector es evidente, máxime teniendo en cuenta los nuevos objetivos que se ha marcado el Gobierno en el nuevo Perte para la industrialización de la vivienda. En este marco, CNC reiteró la necesidad de flexibilizar el régimen de jornada de trabajo voluntaria como es el de horas extras, como se hace en todos los países de Europa donde la negociación colectiva es la que la regla.

En la misma línea, aseguró que, por picos de producción, se deberían permitir alrededor de 450 horas extras al año -lo que supone entre 1,5 y 2 las horas posibles extras al día- algo que considera "totalmente factible en la práctica", a la vista de la urgencia para aumentar la oferta de vivienda. "Ahora sólo se permiten por el Estatuto de los Trabajadores 80 horas al año, es decir, poco más de una hora extra a la semana", lamentó la CNC.

Por último, Fernández Alén pidió que el Gobierno trabaje en la aprobación de una Ley del Suelo que acompañe a este Perte.