López obtuvo en el Pleno 288 votos a favor, 40 en blanco y 2 nulos, lo que le permite formar parte de la Comisión de Control de los Créditos Destinados a Gastos Reservados, al cumplir el requisito necesario de un apoyo de la mayoría absoluta de la Cámara (176) para ser elegido.

El pasado mes de abril, después de que no se hubiera constituido esta comisión en toda la legislatura por desavenencias de los grupos parlamentarios, la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, emitió una resolución modificando el procedimiento para que valiera con mayoría absoluta, y no con tres quintos, para la elección de los integrantes de esta comisión parlamentaria que tiene una condición especial.

Gracias a ese cambio, en abril se constituyó la comisión con Héctor Gómez (PSOE), Cuca Gamarra (PP), Iván Espinosa de los Monteros (VOX), Pablo Echenique (Unidas Podemos), Gabriel Rufián (ERC), Miriam Nogueras (Junts per Catalunya en nombre del Grupo Plural), Edmundo Bal (Ciudadanos), Aitor Esteban (PNV), Mertxe Aizpurua (EH Bildu), y Albert Botrán (de la CUP por el Grupo Mixto).

Pero la reciente reunión de esta comisión por la comparecencia del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, evidenció que el PSOE no había procedido al cambio de su representante después de que en julio Pedro Sánchez, líder del PSOE y presidente del Gobierno, optase por relevar a Gómez y nombrar a López como portavoz del Grupo Parlamentario. Con la votación de hoy se hace totalmente efectivo ese traspaso.

La elección de los miembros de esta comisión se produce en votación en urna, mediante llamamiento a los diputados, que introducen una papeleta del nombre elegido.

No obstante, los 52 diputados de Vox optaron esta vez por no participar en la misma y se quedaron sentados en sus escaños en señal de protesta porque ven que hay una “distancia infinita con quienes están, desde el Gobierno y los partidos de Gobierno, atacando a las instituciones del Estado y pactando con grupos separatistas, golpistas y filoetarras”.

Esto se produce después de varios días en el Congreso en los que se ha elevado la disputa dialéctica y desde la Presidencia de la Cámara se ha reprendido a los diputados, especialmente a los de Vox, para que rebajen el tono de sus comentarios.