Así se expresó Sánchez en la clausura del congreso por el 10 aniversario de la organización Multinacionales por España, donde defendió que su Ejecutivo busca dar “certidumbre y previsibilidad a quienes eligen España como destino preferente de la inversión”.

Además, tras agradecer la “confianza” brindada por esas compañías cuando “estábamos en el peor momento en 2013”, sentenció que “España tiene el prestigio internacional necesario para ser uno de los países más prósperos y avanzados del mundo”.

“No existe mejor reclamo de la inversión extranjera que el relato de éxito de compañías que hoy son globales”, prosiguió el presidente, antes de recordar que hace una década la economía caía un 1,2%, había seis millones de parados y tres millones de españoles con riesgo de pobreza severa.

Como contraposición, recordó que la Comisión Europea prevé que España crezca un 2,4% este año y un 1,7% el siguiente y valoró “la respuesta a los grandes 'shocks' que hemos vivido como la pandemia o la guerra imperialista de Putin en Ucrania o el conflicto que estamos viviendo en Oriente Medio”.

“Estábamos en el furgón de cola hace diez años y hoy estamos a la cabeza de Europa”, afirmó Sánchez, quien sostuvo que “las empresas son conscientes ahora de que tienen que aumentar sus beneficios pero también que implicarse por el impacto social que genera su actividad económica”.

Por último, destacó que “en España no hay que elegir entre crear empleo y mejorar las condiciones de los trabajadores” y concluyó que “es bueno que se cree empleo y que se generen las condiciones de derechos laborales para los trabajadores”.