Ciencia

Los pequeños dinosaurios agitaban sus plumas para asustar a sus presas

- Según un estudio

MADRID
SERVIMEDIA

Los pequeños dinosaurios omnívoros e insectívoros pueden haber batido pequeñas alas primitivas y emplumadas para asustar a sus presas y sacarlas de sus escondites.

Esa es la conclusión de un estudio liderado por investigadores de Corea del Sur, especializados en biología, ecología, paleontología y robótica, y publicado este jueves en la revista ‘Scientific Reports’.

Los autores construyeron un dinosaurio robot llamado ‘Robopteryx’ para investigar cómo respondían saltamontes a diferentes comportamientos potenciales de miedo y especulan que los resultados podrían ayudar a explicar por qué las alas emplumadas evolucionaron antes de que permitieran volar a algunos tipos de dinosaurios.

Aunque se han descubierto restos de numerosas especies de dinosaurios emplumados, hasta ahora solo se han hallado miembros de un grupo conocido como ‘Pennaraptora’ con plumas pennáceas, necesarias para volar.

Los fósiles muestran que estas se desarrollaron primero en pequeñas alas primitivas o ‘protoalas’ en dinosaurios del Jurásico, que no eran lo suficientemente fuertes para volar y cuyas funciones se desconocen actualmente.

Los investigadores plantean la hipótesis de que las ‘protoalas’ pueden haber sido utilizadas para la búsqueda de alimento, una estrategia de caza observada en múltiples especies de insectívoros e insectos contemporáneos. especies de aves omnívoras como el correcaminos grande (‘Geococcyx californianus’) y el sinsonte norteño (‘Mimus polyglottos’).

Esta estrategia consiste en que los depredadores exhiben plumas de colores contrastantes en sus alas y colas para asustar a sus presas, sacarlas de su escondite y hacerlas huir, momento en el que pueden ser perseguidas y atrapadas.

COMO UN PAVO REAL

Los autores diseñaron un robot llamado Robopteryx para probar su hipótesis, basándose en el tamaño, la forma y el rango de movimiento estimado del dinosaurio ‘Caudipteryx’, un depredador de dos patas del tamaño de un pavo real que vivió hace aproximadamente 124 millones de años.

Luego utilizaron ‘Robopteryx’ para imitar varias variaciones de comportamientos de exhibición de persecución (con la secuencia completa consistiendo en extender las ‘protoalas’ y levantar una cola, detenerse con ellas extendidas y luego plegarlas hacia atrás) y observaron la respuesta conductual de saltamontes al comportamiento de visualización.

Se utilizaron saltamontes porque responden al comportamiento de exhibición de persecución y pertenecen al orden ‘Orthoptera’, que existió al mismo tiempo que ‘Caudipteryx’.

Los científicos hallaron asociaciones positivas significativas entre el uso de las ‘protoalas’ en el comportamiento de exhibición y tanto la probabilidad de que el saltamontes huya (el 93% de los saltamontes analizados huyeron cuando se usaron las ‘protoalas’ en comparación con el 47% sin ellas) como la distancia del ‘Robopteryx’ cuando huyeron.

También encontraron asociaciones significativas entre la presencia de manchas blancas en las ‘protoalas’ y la de plumas en la cola y la probabilidad de que el saltamontes huyera.

Los autores concluyen que sus resultados apoyan la hipótesis de la persecución al ras y proporcionan una nueva perspectiva sobre por qué las alas y colas emplumadas pueden haber evolucionado inicialmente en los dinosaurios.

(SERVIMEDIA)
25 Ene 2024
MGR/gja