Cuiña defendió el crecimiento del PP durante los últimos años y resaltó que desde 1990 hasta la actualidad pasó de 34.000 a 58.000 militantes, al tiempo que se marcó como objetivo hacer posible que Fraga pueda entregar en 1997 el caret número cien mil.

En favor de Cuiña Crespo habló hoy en el congreso regional del PP gallego el presidente del partido en Lugo, Francisco Cacharro, del que siempre se dijo que es quizá el único dirigente conservadopr capaz de mantener sus posiciones frente a Fraga.

Francisco Cacharro habló -por primer vez en un acto público- alto y claro en favor de Cuiña. Consideró que en el crecimiento del PP gallego durante los últimos años fue vital la labor de Cuiña Crespo, y resaltó su colaboración para inorporar en la provincia de Lugo a numerosos militantes del centro nacionalista, lo que ayudaría a conseguir numerosos gobiernos locales.

Xosé Cuiña tampoco eludió alabar su propia gestión al frente del partido y resaltó la capacidad para integrar a personas de grupos e ideologías afines, del centro y centro-derecha pero también del centro-izquierda, aseguró, "porque en 1993 le quitamos muchos votos al PSOE".

Frente a un partido galleguista, Xosé Cuiña apostó por toda una Galicia galleguista, siguendo las tesis del pensador Ramón Piñeiro.