Salud

Las personas tratadas contra las enfermedades tropicales desatendidas cayeron un 34% por la pandemia

Madrid
SERVIMEDIA

Un total de 798 millones de personas fueron tratadas contra las enfermedades tropicales desatendidas (ETD) en 2020, año de irrupción de la pandemia de la covid-19, un 34% menos que un año antes, cuando la cobertura alcanzó a 1.207 millones de individuos.

Así consta en el informe ‘Enfermedades Tropicales Desatendidas: del olvido a la eliminación’, elaborado por Salud por Derecho y la Fundación Anesvad, en el que se analiza la incidencia de estas 20 patologías para las que no existen vacunas preventivas ni terapéuticas, mientras que un gran número de los tratamientos existentes son “antiguos, ineficaces, tóxicos (con efectos secundarios graves) o inasequibles”.

En el trabajo también se expone cuál fue el impacto de la pandemia sobre la lucha contra las ETD, la cual se ha visto “gravemente afectada”, interrumpiendo una “tendencia positiva hacia el control, la erradicación y la eliminación de estas enfermedades”.

Las restricciones de movimiento obligaron a los países a “interrumpir las intervenciones de prevención, dispensación de quimioprofilaxis o la búsqueda activa y pasiva de casos”, mientras que el acceso a las infraestructuras sanitarias se vio “muy reducido” por los parones en la provisión de servicios básicas de salud y por las limitaciones de movimiento anteriormente citadas.

En ese sentido, el informe pone de manifiesto, aludiendo a cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que un total de 798 millones de personas fueron tratadas contra las ETD en 2020, un 34% menos que en 2019, cuando la cobertura alcanzó a 1.207 millones. A pesar de que en 2021, se produjo un aumento del 11%, las cifras menguaron a niveles comparables a los de hace 10 años.

La fabricación, la logística para transporte y las aduanas, y las cadenas de suministros también se vieron afectadas, como lo evidencia que en 2019 se donaron 2,79 billones de medicinas; en 2020, 1,98 billones; y en 2021, 1,94 billones.

En materia de financiación, los gobiernos y los grandes donantes “cambiaron su orientación y dirigieron los recursos hacia otras áreas, poniendo en peligro el mantenimiento de las actividades o de los recursos humanos”.

Al mismo tiempo la I+D+I, la producción de medicamentos y las pruebas de diagnóstico “también viraron para cubrir las enormes necesidades que la covid-19 planteó en todo el mundo”.

Por todo ello, el informe aduce que “serán necesarios varios años para establecer las consecuencias humanitarias y económicas de la pandemia en la lucha contra las ETD”; sin embargo, desliza que la pandemia ha subrayado “la necesidad de fortalecer los sistemas sanitarios de los países para poder hacer frente a futuras emergencias sanitarias y de cambiar un modelo de I+D en salud fallido”.

(SERVIMEDIA)
08 Jun 2023
MST/gja